“Creo que he sido un buen padre y sé que soy un excelente abuelo”, confesaba el actor Sancho Gracia en las páginas de nuestra revista. Abuelo, hijo y nieto; tres generaciones familiares se unían en el hogar familiar, donde Daniel Sancho -con tan solo dieciocho meses-, jugaba con su padre, Rodolfo Sancho, y su abuelo, el famoso protagonista de Curro Jiménez.
Ahora, todo ha cambiado. Han pasado más de veintinueve años, y todo es diferente. Daniel Sancho, en prisión provisional por el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta, se enfrenta a un futuro incierto. En la prisión tailandesa de Koh Samui, el primogénito de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, está alejado de sus seres queridos, a la espera de una sentencia. Recordamos el posado más familiar de Daniel Sancho en ¡HOLA!, junto a su padre y su abuelo.
“Ha sido como un soplo de aire fresco en mi vida. Ser abuelo me ha rejuvenecido, porque me ha hecho recordar todos los momentos agradables de la niñez de mis hijos”, confesaba el actor
Sancho Gracia contaba, en exclusiva, para ¡HOLA! que se encontraba ‘muy cómodo’ en su papel como abuelo. “Ha sido como un soplo de aire fresco en mi vida. Ser abuelo me ha rejuvenecido, porque me ha hecho recordar todos los momentos agradables de la niñez de mis hijos”, confesaba el actor. Además, explicaba que su profesión a veces no era compatible con la de ser padre, por lo que tuvo que pasar muchas horas fuera de casa alejado de sus hijos: Rodolfo, Rodrigo y Félix Sancho.
“Al final, cuando son mayores tus hijos te das cuenta que te has perdido un poco una de sus etapas más bonitas”. Sin embargo, su hijo Rodolfo -quien trabajó junto a su padre en la segunda parte de Curro Jiménez-, lo hizo abuelo en el año 1994. El pequeño Daniel vendría al mundo para multiplicar la felicidad de su familia. “Con los nietos siempre es diferente, porque te puedes dar el lujo de mimarles más de la cuenta”, nos contaba Sancho Gracia.
En la prisión tailandesa de Koh Samui, el primogénito de Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, está alejado de sus seres queridos, a la espera de una sentencia
Pero, ¿qué sentió al ver a su hijo seguir sus pasos profesionales? “Evidentemente fue un orgullo. Cuando Rodolfo me lo comunicó me sentí muy contento y orgulloso de que mi hijo hubiese elegido la misma profesión que yo elegí hace muchos años”. Y para Rodolfo, ¿era difícil seguir los pasos de su padre? “No, en absoluto. Creo que es un honor poder seguir los pasos de mi padre, a quien yo considero un gran actor. Poder trabajar junto a él es un privilegio, que en mi caso es a la vez un aprendizaje”, nos explicaba. Padre e hijo estaban convencidos que la experiencia de trabajar juntos les enriquecía. A parte de su profesión, también tenían algo más en común: el pequeño Daniel.