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Tras varios días ingresado en el centro médico Hygeia de Atenas, el pasado martes, 10 de diciembre, falleció el Rey Constantino de Grecia. El hermano de la Reina Sofía daba su último suspiro a los 82 años, rodeado de sus seres más queridos: su esposa, la reina Ana María; sus hijos; y sus hermanas, doña Sofía y la princesa Irene. Y en su querido país, al que regresó en 2013 después de casi medio siglo de exilio.
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Constantino y Ana María de Grecia abrían por primera vez a ¡HOLA! las puertas de su casa en Porto Jeli con motivo del ochenta cumpleaños del Monarca. Se instalaron en esta paradisíaca localidad costera en la región de Argólida (en el Peloponeso). “Llevo una vida feliz con mi esposa y nuestros hijos y me siento contento ahora que he vuelto a la patria”, explicaba el hermano de Doña Sofía.
Porto Jeli está construida a orillas de un puerto natural cerca de las ruinas de la antigua ciudad de Halias. Desde allí disfrutan de unas vistas únicas del mar Egeo y del paisaje montañoso del Peloponeso. “Crecí queriendo el mar. Hemos pasado muchos veranos en este maravilloso lugar, que además está muy cerca de Atenas y nos permite visitarla con frecuencia”, dice el Rey. Tal vez por eso la casa que, está llena de numerosos recuerdos familiares, es un sitio de reunión para toda la Familia Real griega, que vive repartida entre las dos costas de Estados Unidos y Europa.
En la extensa entrevista, el rey Constantino también tuvo palabras para su hermana: “Estoy lleno de admiración por lo que mi hermana Sofía ha hecho por su país, España. Gracias a Dios, nos vemos a menudo”. Y explicaba qué era lo que más admiraba de ella: “Sofía tiene un corazón muy grande y un maravilloso sentido del humor. Lo que siempre admiré de ella es su manera de reunir a la familia donde quiera que vaya”.