Un día como hoy, hace cuarenta años, la princesa Grace de Mónaco sufrió un terrible accidente de coche que le costó la vida. Con solo 52 años, una de las mujeres más hermosas de todos los tiempos decía adiós, antes de lo esperado, a una familia que le adoraba y a un Principado que se había rendido a sus pies. Fue una de las diosas del Hollywood clásico que sigue siendo fuente de inspiración para el mundo de la moda y el cine.
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Un símbolo de elegancia, una princesa servidora y una madre entregada. En estas líneas, recorremos su vida a través de las portadas más icónicas de ¡HOLA!, desde su boda con el príncipe Raniero, el nacimiento de su primer hijo, su fallida vuelta al cine y su trágico final.
La musa del cine
Antes de convertirse en princesa de Mónaco, Grace Kelly brillaba como nunca en el mundo del cine. Su melena rubia, su belleza fría y su elegancia la convirtieron en la musa por excelencia de sir Alfred Hitchcock, el ‘maestro del suspense’, con quien hizo tres películas que han pasado a la historia del cine: Crimen Perfecto (1954), La ventana indiscreta (1954) y Atrapa un ladrón (1955). Fue durante el rodaje de esta última película cuando conoció al que luego se convertiría en su marido, el príncipe Raniero III de Mónaco.
Una cara de ángel
Podrían escribirse líneas y líneas sobre la belleza cautivadora de Grace Kelly. Además de actriz, Grace fue un icono de moda que sigue inspirándonos hoy en día. En un Hollywood que se dividía entre el ideal femenino más terrenal y sensual como el de Marilyn Monroe y la fría delicadeza de Grace Kelly, había una guerra de rubias que se disputaban la supremacía de la gran pantalla.
Sucedió en Mónaco
Durante el rodaje de la que fue su última película bajo las órdenes de Hitchcock, Atrapa un ladrón, Grace Kelly conoció al príncipe Raniero III de Mónaco. Pronto se enamoraron y comenzaron un noviazgo a caballo entre Hollywood y Mónaco. Este noviazgo duró poco, ya que un año más tarde se prometieron.
El papel de su vida
Estando en la cúspide de su carrera como actriz, Grace Kelly decidió abandonar América para casarse con el príncipe Raniero III de Mónaco, interpretando para siempre el papel de princesa.
Adiós Hollywood, ¡Hola, Mónaco!
Grace se despedía de Estados Unidos, su tierra nativa, mirando con ilusión hacia el futuro. Cientos de personas acudieron a despedirse de ella y no quisieron perderse la última imagen de la actriz alejándose en barco, rumbo a Europa. Habría participado en su última película antes de abandonar Hollywood, Alta sociedad, filme en el que compartió pantalla con Frank Sinatra.
Hollywood perdía una estrella, pero Mónaco ganaba una princesa.
‘Sí, quiero’
El 18 de abril de 1956, el príncipe Raniero de Mónaco y la actriz Grace Kelly, se dieron el ‘sí, quiero’ en una ceremonia civil. Al día siguiente, unirían sus vidas para siempre mediante una ceremonia religiosa en la catedral de Mónaco.
Un amor de película
Pocos apostaban por la relación del príncipe con la estrella del cine. Venían de mundos diferentes y en Hollywood Grace era muy querida. Ella se encontraba en la cúspide de su carrera como actriz, y se había convertido en un símbolo de elegancia y glamour. Sin embargo, su historia de amor duró hasta la trágica muerte de la actriz, que fue llorada por todos, en especial, por su marido.
Uno de los que más lamentaron su salida del cine fue Alfred Hitchcock, mentor y padrino de Grace en su boda, pues perdía a su principal musa, y nunca más logró sustituirla.
El primer embarazo
A los pocos meses de casarse, la casa Real de Mónaco anunció que los príncipes estaban esperando su primer hijo.
Y nació Carolina
El 23 de enero de 1957, en el Palacio residencial de los Grimaldi, Grace dio a luz a la primogénita del matrimonio, a la que llamaron Carolina. El país entero celebraba la gran noticia y la alegría de los príncipes y las calles se llenaron de gente y muchos monegascos acudieron a las puertas de Palacio para dar la bienvenida a la princesa.
Visita al Vaticano
El Papa de aquella época, Su Santidad Pío XII, recibió a los soberanos de Mónaco en el Vaticano en mayo de 1957.
¿El regreso de la princesa del cine?
Por un instante, los focos del plató parecían que volvían a encenderse para Grace. Apenas un año después de su boda, comenzaron los rumores de que Grace podía regresar al cine. Sin embargo, estos rumores cayeron en saco roto hasta que, en 1962, Hitchcock le propuso protagonizar su próxima película de suspense, Los pájaros. La noticia de que la princesa pudiese volver a la gran pantalla causó sensación en todo el mundo. Sin embargo, aquel proyecto quedó en nada, y el filme fue protagonizado por Tippi Hedren.
El primer año de Carolina
Cuando quedaba poco para el nacimiento de su segundo bebé, en el Palacio de los Grimaldi celebraron el primer cumpleaños de la pequeña Carolina.
El heredero del principado
En 1958, la princesa dio a luz a su segundo hijo, el príncipe Alberto, quien sería el heredero del príncipe Raniero III de Mónaco. En la portada, Alberto protagonizó su primera imagen en los brazos de su madre.
El primer posado del príncipe Alberto
En la portada, los príncipes de Mónaco protagonizaron un posado real junto al príncipe Alberto de Mónaco, con motivo del bautizo del recién nacido.
Conexión España
La princesa Grace visitó en numerosas ocasiones nuestro país. Además de ser su destino de luna de miel (los recién casados celebraron su unión en Formentor), dejó huella en la capital y en Sevilla, donde, como mostraremos más adelante, incluso se vistió de flamenca.
La futura generación Grimaldi
En una bonita fotografía por las calles de París, la princesa Grace paseaba con su hija mayor, Carolina, que ya tenía dos años. Grace comenzaría un legado de mujeres fuertes, cultas y elegantes portando el apellido Grimaldi, que hoy llega hasta su nieta, Carlota Casiraghi.
La princesa de la moda
Sus días en el cine habían quedado atrás, pero la elegancia y el glamour son dos cualidades que estaban impresas en el ADN de la princesa. Grace llegó a lucir inolvidables diseños de artistas como Dior, Givenchy, Balenciaga e Yves Saint Laurent, e incluso llegó a bautizarse un bolso de Hermès con su apellido.
‘Un hombre pendiente de su mujer hasta los más mínimos detalles’
En una entrevista que concedió, en exclusiva, a ¡HOLA!, Grace no escatimó en buenas palabras hacia su marido: “es un hombre cariñoso, amable y gentil, pendiente de su mujer hasta en los más mínimos detalles. A mí me ha hecho muy feliz”
La Cruz Roja Monegasca: historia de un legado solidario
En esta portada, los príncipes Raniero y Grace fueron fotografiados cuando acudían a un gran baile de gala orquestado por la Cruz Roja Monegasca. Esta es una de las citas imprescindibles en la agenda del principado desde 1948, cuando el príncipe Raniero la presidió por primera vez y, diez años más tarde cedió el testigo a su mujer, Grace. Ahora, son sus hijos quienes acuden a ella.
El glamour de Mónaco
La actriz supo llevar el glamour del séptimo arte al pequeño Principado, un legado que continuó, sin duda, su hija Carolina
Prescriptora de estilo
Es recordad por su elegancia, pero, también, por marcar tendencia. La inolvidable intérprete y princesa supo brillar como pocas, en gran parte gracias a su estilo innato. En la imagen, cuando conquistó Irlanda con un original sombrero que dejó a todos sin palabras
‘Una madre muy, muy cariñosa’
Por encima del papel de princesa estaba el de madre. En una entrevista con la CBN, el príncipe Alberto aseguró que era una “madre muy, muy cariñosa”. “Creo que siempre es muy gratificante influir en la gente de una manera muy significativa y ella tenía ese don. Tenía el espíritu, el corazón y la generosidad”, añadió.
Haciendo frente a los rumores
Cuando se dio a conocer la noticia del posible retorno de la princesa Grace al cine, muchos monegascos no aprobaron la idea de ver a su princesa en pantalla, protagonizando un romance con otro hombre (aunque fuera en la ficción). Además, también comenzaron a correr rumores sobre posibles desavenencias y descontento dentro del matrimonio, algo que el príncipe Raniero siempre desmintió.
Nace la princesa Estefanía
El primer día de febrero de 1965, nació el tercer hijo de Grace y Rainiero, Estefanía. La princesa rebelde viajaba en el mismo coche que su madre aquel fatídico catorce de septiembre de 1982, cuando su vehículo derrapó y se saldó con la vida de Grace.
‘Mi vida es muy intensa’
“Es muy difícil hablar de mí misma”, reconocía la princesa a ¡HOLA!, al tiempo que admitía que no podría diferenciar su faceta como princesa como mujer. “Mi vida es muy intensa, tanto en una faceta como en otra”
La princesa Grace acudió al gran baile de las debutantes, en Sevilla, y tuvo el honor de presidir la fiesta de primavera a beneficio de la Cruz Roja Española.
El lado más flamenco de la princesa
La princesa Grace de Mónaco protagonizó una de las imágenes más bonitas de la Feria de Sevilla de 1966. Ella, junto a su marido Raniero, acudieron a la Feria de la capital andaluza y se paseó por el Real luciendo un precioso vestido de flamenca en blanco con tiras perforadas en color rosa.
De cacería en España
Grace era una enamorada de España, como muchos otros royals y celebrities que vienen en busca del buen tiempo, la gastronomía y el paisaje. En 1967, los príncipes tuvieron ocasión de disfrutar de una cacería en nuestro país.
Sus vacaciones en Suiza
Los príncipes organizaron un baile de trajes en Montecarlo al que acudieron varias celebridades, entre ellas, la actriz Sophia Loren, estrella del cine italiano que también triunfó en Hollywood.
El ‘glamour’ de la realeza
La portada de ¡HOLA! de 1969 fue protagonizada por unas jóvenes Grace de Mónaco y Fabiola de Bélgica, cuando los príncipes de Mónaco visitaron Bruselas. Grace, con un elegante y discreto traje azul, y Fabiola con un vestido en tonos crudos y un llamativo tocado, ambas eran ejemplo de lucir elegantes y con glamour en sus compromisos reales.
Carolina y su ‘locura de juventud’
Carolina siempre tuvo una personalidad muy tranquila. Sin embargo, en asuntos del corazón, su vida ha sido más bien agitada. Cuando tenía 18 años, se fue a París a estudiar Filosofía, y allí se enamoró del que sería su primer marido, Philippe Junot. Tanto Grace como Raniero aprobaron jamás esta relación, pero cedieron al matrimonio respetando la voluntad de su hija. Dos años más tarde, se terminó.
Aquel verano en España
En el verano de 1970, atraídos por el sol y el Mediterráneo español, los príncipes de Mónaco disfrutaron de una agradable estancia en Marbella, Málaga. Con una imagen de lo más veraniega, la princesa protagonizaba la portada de ¡HOLA! luciendo un espléndido conjunto formado por un vestido blanco y sombrero y bolso del mismo color verde.
Las joyas de la princesa
Aunque era muy común ver a la princesa con sus míticas perlas, también poseía un joyero considerable con hermosas piezas que demostraban su buen gusto. Una de las casas de joyería que más frecuentaba su joyero era la reconocida firma Cartier, que diseñó no uno, sino sus dos anillos de compromiso.
Carolina, tras los pasos de su madre
Carolina heredó la belleza y la elegancia de su madre, y ha sido desde su juventud un icono de estilo para muchas mujeres.
Su cincuenta cumpleaños
El 12 de noviembre de 1979, Grace Kelly cumplía medio siglo, con más elegancia y orgullo que nunca.
Cuando Julio Iglesias fue a cantar a Montecarlo, fue recibido por los príncipes de Mónaco, que no dudaron en felicitarle por su actuación y en declararse ‘fans’ del cantante.
El trágico final de la ‘princesa del cine’
Fue una noticia que hizo llorar al mundo. El 13 de septiembre de 1982, en la carretera donde treinta años antes había rodado una de las escenas más icónicas de su carrera, en Atrapa un ladrón, el coche que conducía la princesa en compañía de su hija Estefanía salió despedido por una ladera. Este trágico accidente se cobró la vida de la princesa Grace, que moriría al día siguiente en el hospital, dejando a su familia rota de dolor.
El último adiós a la princesa
La muerte de Grace fue un duro golpe para toda la familia, sobre todo para su esposo, quien no volvió a ser el mismo desde entonces. El día de su funeral, el pueblo monegasco salió a las calles para despedir a su querida princesa, quien fue enterrada en la Catedral de San Nicolás, en Mónaco.
Su recuerdo sigue vivo
A pesar de que hoy se cumplen 40 años de su marcha, no cabe duda de que el recuerdo de Grace Kelly, la eterna princesa del cine, sigue vivo en los corazones de su familia. Con motivo de este aniversario, su hijo, el príncipe Alberto de Mónaco, recuerda a su madre: “Dicen que el tiempo cura las heridas, pero el dolor todavía está ahí”, declara a la agencia EFE.