Hace ya 35 años y poco más de seis meses que Antonio Banderas se cruzó con Ana Leza una noche de enero en un bar de la calle Infantas de Madrid. Ella provenía de una familia de actores ya consolidada, pues su madre era Concha Leza (1919: Crónica del alba, La guerra de los locos, ¡Dispara!, Maestros) y él ya había empezado a hacerse un hueco en el mundo de la interpretación. Medio año después de ese encuentro, concretamente el 25 de julio de 1987, coincidiendo con la fiesta de Santiago, la pareja se casaba en la iglesia de San Nicolás de Madrid.
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La boda, que fue tan íntima como discreta, contó como padrinos con Carmen Maura, gran amiga del actor y con el padre de la novia, tal y como informó ¡HOLA! en exclusiva en su momento. Entre los invitados no faltaron rostros conocidos del cine, entre ellos el de Bibi Andersen y Pedro Almodóvar , con quien Antonio había rodado Matador y La ley del deseo.
Los novios llegaron puntuales a la iglesia, donde ya les estaban esperando sus familiares y amigos. La novia eligió para este día tan especial un sencillo traje blanco con un original tocado en el pelo a tono. El novio, por su parte, llevaba un moderno y original conjunto de camisa y pantalon negros. Destacó también el vestido elegido por Carmen Maura con falda abullonada, corpiño de encaje con detalles de tul y guantes a conjunto.
Después de la ceremonia y tras la consabida lluvia de arroz a las puertas de la iglesia, el matrimonio y sus invitados se trasladaron al hotel Ritz donde continúo la celebración. Allí, los actores disfrutaron de sus primeras horas como marido y mujer y cortaron una tarde de cinco pisos de altura.
Banderas no sólo contó con su mujer en el plano sentimental, sino también en el profesional. Sin saber hablar inglés, el andaluz se valió de Ana para aprender el idioma y para poder traducir los primeros guiones que le llegaron de Hollywood, entre ellos su primer filme Los Reyes del Mambo, cuya oportunidad le llegó tras viajar a Los Ángeles para asistir a la ceremonia de los Oscar donde Mujeres al borde de un ataque de nervios , de Pedro Almodóvar, estaba nominada a mejor película extranjera. Poco a poco y con la ayuda de Ana, Antonio comenzó a dominar el idioma, que su mujer hablaba con absoluta fluidez, y rodó La casa de los espíritus o Entrevista con el vampiro.
Sin embargo, la distancia - Antonio se codeaba ya con personajes de Hollywood como Madonna o Sharon Stone- y el desgaste como pareja les llevaron a separarse. Y en 1995 tras ocho años de matrimonio la pareja ponía tierra de por medio. Ana se quedó con la casa que tenían en Madrid, una pensión alimenticia de 2,4 millones de pesetas al mes (algo más de 12000 euros) y el derecho vitalicio al 50% de todos los beneficios de las películas que el actor había protagonizado durante sus ocho años de matrimonio.
Un año después, Antonio comenzaría su romance con Melanie Griffthtras enamorarse perdidamente de la actriz en el rodaje de Two Much de Fernando Trueba. Ana, por su parte, rehacía su vida y contraía matrimonio con Christopher Lee Villareal, un californiano que se dedicaba también a la industria audiovisual, pero como técnico –en el portal especializado IMDB.com, figura como ayudante de realización en la popular serie Power Rangers–.
Después de casarse por segunda vez, la madrileña decidió dar por terminada su carrera de actriz y eso que consiguió algunos papeles en los primeras películas de Antonio Banderas en Estados Unidos, como De amor y de sombras, coprotagonizada por Jennifer Connelly, o Philadelphia, la célebre película de Tom Hanks, donde Ana Leza realizó un pequeño cameo.
A sus 60 años, Ana reside en una pequeña localidad próxima a Nueva York junto a Christopher Lee Villareal. Allí el matrimonio disfruta de una vida tranquila junto a sus dos hijas, Clara María y Sofía Macarena –de diecinueve y quince años, respectivamente–, quienes han heredado la belleza de la actriz. Antonio, por su parte, tras poner fin a su matrimonio con Melanie Griffth en junio de 2014 vive actualmente una bonita historia de amor al lado de la financiera holandesa Nicole Kimpel , con la que acaba de celebrar ocho años de relación.