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Un día como hoy, hace quince años, la modelo y viuda de Julio Iglesias Puga, Ronna Keitt , abrió las puertas de su residencia en Jacksonville, Florida, y posaba para ¡HOLA! junto a sus dos hijos, Jaime y Ruth. Habían pasado dos años desde el fallecimiento de Julio, y en la entrevista Ronna abría el corazón y recordaba a su querido marido, con el que había sido tan feliz y había llegado a formar la familia que tanto deseaba. Con motivo del quince aniversario, recordamos en estas líneas los comienzos de su historia de amor, su boda y los dolorosos momentos de duelo que vivió al familia Iglesias tras la muerte del doctor.
© GTRESRonna y Julio se conocieron en 1990, caminando por el Paseo de la Habana, en Madrid. Por aquel entonces Ronna tenía 25 años y estaba trabajando como modelo en la capital, mientras que Julio era un reconocido ginecólogo que había llegado a los 73. La enorme diferencia de edad (cuarenta y ocho años les separaban en el tiempo) no fue un impedimento para que entre ellos surgiera el amor. Él se fijó en ella al instante, y se acercó a pedirle tomar una copa juntos. Se encendió así la chispa que duraría once años de noviazgo y otros cuatro de matrimonio.
© HolaJulio gozaba de una sobrada reputación debido a que era un ginecólogo de prestigio, además de un gran seductor. 17 años antes se había divorciado de su primera mujer, Charo de la Cueva, con quien había tenido dos hijos, Julio y Carlos.
Ronna y Julio se casaron por lo civil el 1 de marzo de 2001. No hay muchos datos de este enlace ya que fue una ceremonia íntima que mantuvieron en secreto durante un año, pero sí sabemos que fue en Jacksonville, Florida, donde años más tarde Ronna recibiría a ¡HOLA! para un reportaje exclusivo. La pareja hizo público su matrimonio poco tiempo después de que la primera esposa de Julio falleciera.
© GTRESTres años después de la boda, nació el primero de sus hijos, Jaime. “Este niño es un acto de generosidad hacia Ronna. Le dejo descendencia para que se acuerde siempre de mí. Le dejo parte de mi sangre, de mi vida”, así se pronunciaba Julio cuando nació el pequeño. El matrimonio fue feliz durante cuatro años hasta que, en diciembre de 2005, Julio falleció, a sus 90 años, en Madrid. En ese momento, Ronna, que estaba embarazada de tres meses, se encontraba en la otra punta del mundo, en Florida, y no pudo estar junto a Julio en sus últimos momentos. “No supo que esperábamos una hija”, confesaba Ronna. La única hija que tendría el doctor y que, tristemente, nunca pudo abrazar entre sus brazos.
Cuando Ronna protagonizó la portada de ¡HOLA!, habían pasado dos años desde la muerte de Julio. Aunque la familia había conseguido seguir adelante, la memoria del que fue su marido durante cuatro años seguía acompañándole. En la entrevista, Ronna confesó que en sus planes no estaba el conocer a alguien y rehacer su vida. “Yo me considero todavía casada con el doctor. Para mí, pensar ahora en otro hombre lo veo de lo más lejano y de lo más remoto que se pueda imaginar”.
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