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Este sábado 28 de mayo, la isla de Mallorca volverá a acoger una boda real 33 años después de la del príncipe Kyril de Bulgaria y la consultora de arte Rosario Nadal: la de la mayor de sus tres hijos, la cantante Mafalda Sajonia-Coburgo-Gotha, con el financiero Marc Abousleiman. Mientras el de su primogénita está prevista que se celebre en la estricta intimidad, el enlace de los príncipes de Preslav fue un auténtico acontecimiento en la capital de las Baleares. Celebrado el 15 de septiembre de 1989 en la capilla de Santa Ana del Palacio Real de la Almudaina, la boda ocupó la portada de la revista ¡HOLA! junto a otras dos que tuvieron lugar esos días: la de David, hijo de Johnny Hallyday y Sylvie Vartan, y la de Charles Spencer, hermano de Lady Di. Pero, ¿cómo fue aquel “sí, quiero” que puso a Mallorca en el epicentro de la la atención informativa?
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La celebración del matrimonio entre el hijo del rey Simeón y la elegante mallorquina contó con la presencia de numerosas casas reales. Entre ellas, la de la Familia Real Española, que acudió en pleno. El entonces príncipe Felipe, íntimo amigo de Kyril desde la infancia, ejerció de testigo por parte del novio. Por parte de la novia, lo hicieron la princesa Alexia de Grecia, hija de Constantino de Grecia, y Simoneta Gómez-Acebo, hija de la infanta Pilar. Además del hoy rey Felipe VI, también estuvieron las infantas Elena y Cristina, así como los reyes eméritos, que se desplazaron a La Almudaina desde Marivent con su propio automóvil.
A su vez, entre el resto de cuatrocientos invitados, asistieron los duques de Soria, los duques de Badajoz y la princesa Irene de Grecia. Hubo más representaciones de casas reales europeas como el hoy rey Mohammed VI de Marruecos, Víctor Manuel de Saboya o el landgrave de Hesse, representante de la corona británica. Naturalmente también asistió Juana de Saboya, la abuela del novio, última zarina de Bulgaria. Del mundo de la aristocracia destacó la presencia de los barones Thyssen.
Sin embargo, a pesar de la numerosa presencia de royals, la verdadera protagonista del día fue Rosario Nadal, hoy una relevante consultora de arte y entonces estudiante de Bellas Artes, que entró en la capilla a los sones de la marcha nupcial de Mendelson del brazo de su padre, el empresario Miguel Nadal Bestard. La mallorquina tenía 20 años; Kyril, 25. Rosario, hoy en día una de las mujeres mejor vestidas de Europa, lucía un traje blanco bordado de corta cola y con un escote en forma de uve en la espalda, realizado por el diseñador catalán Gustavo Puente. En la cabeza llevaba un velo de tul sujetado por una diadema de diamantes. Una joya que pudo haber pertenecido a la emperatriz Eugenia de Montijo. Entonces, Rosario todavía no se había convertido en musa de Valentino ni surcaba los mares junto al diseñador italiano y algunos de sus ilustres amigos, como la princesa Lady Di.
La boda de Mafalda no será tan multitudinaria. La joven y su prometido celebrarán un enlace civil en el que reunirán a sus amigos y en los que no habrá muchos compromisos familiares. De todos modos, debido a las buenas conexiones de sus padres, podrían asistir algunos amigos como Hakoon de Noruega y Mette-Marit, invitados en el pasado a la casa que Kyril posee en la localidad interior de Porreres, o la infanta Cristina, ya que Rosario es la madrina de su hija Irene. Los reyes que no faltarán serán los abuelos de la novia. Simeón II de Bulgaria subió al trono con seis años cuando su padre, Boris III, murió en extrañas circunstancias. Debido a su corta edad reinó por medio de un consejo de regencia hasta la llegada de los comunistas al poder. Dos años más tarde, en 1946, un referéndum popular abolió la monarquía búlgara y se instauró la República. Simeón de Bulgaria abandonó el país acompañado de su madre, Juana de Saboya. Tenía 14 años y se instaló en Madrid. En 2001, ganó las elecciones generales del país y se convirtió en el primer ministro del país. Este 2022 se han cumplido sesenta años de su matrimonio con Margarita Gómez-Acebo. Una efeméride que celebra con otra boda: la de su nieta Mafalda.