Según adelantaba ¡HOLA! en exclusiva, Fonsi Nieto y Marta Castro han decidido poner fin a su matrimonio. Una difícil decisión, en la que no han estado implicadas terceras personas, que llega tras más de ocho años de amor, cinco de los cuales han estado casados.
Fonsi y Marta se daban el ‘sí, quiero’ el domingo 30 de abril de 2017 en Ibiza, en una preciosa ceremonia llena de sorpresas y momentos para el recuerdo. Y es que ni Marta ni Fonsi fueron unos novios al uso. No cabía esperar ni una fiesta ni una novia corriente, todo fue diferente y personal.
La gran sorpresa de Marta fue, sin duda, la elección de su look nupcial. La empresaria sorprendió con un vestido de inspiración boho chic , realizado a medida en el atelier de Rosa Clará. El traje, en el que se invirtieron doscientas horas de trabajo, estaba compuesto por un cuerpo con escote barco de encaje rebrodé, de hilo de seda natural, con manga larga ligeramente acampanada y que jugaba con las transparencias del encaje sobre la piel, y una falda plisada a mano de muselina de seda de gran caída, muy sutil, delicada y ligera, con talle a la cadera. Un favorecedor dos piezas que potenciaba su figura. Completó el look con unos zapatos de Jimmy Choo, en dorado viejo, un maquillaje sencillo, la melena suelta, peinada con delicadas ondas y una favorecedora corona de flores silvestres. ¿El resultado? Una novia atrevida y, al mismo tiempo, naíf y bohemia.
Marta no quiso renunciar al velo. Lo llevaba prendido con dos espectaculares broches de oro blanco, ciento veintidós diamantes talla brillante de dos tamaños y dos aguamarinas de Brasil, dos piezas únicas de alta joyería, creadas y diseñadas en exclusiva para la novia por Suárez, e inspiradas en su colección Saint Maxime. La línea de oro de cada broche llevaba aplicada la técnica de la ruletilla para dar un aire vintage y bohemio a las joyas. La novia eligió también unos pendientes de la misma colección de Suárez, en oro blanco con diamantes talla brillante y aguamarinas de Brasil. Su ramo, de Artnatur, estaba compuesto de astilbe, tanacetum, limonium y olivo, en colores blanco y lavanda. De él se hicieron nueve réplicas, de las que entregó tres a sus hermanas y sus seis mejores amigas.
500 invitados y muchas sorpresas
El empresario Javier Hidalgo; el torero Miguel Abellán; Israel Bayón y su mujer, Cristina Sainz; la presentadora Luján Argüelles; Alonso Aznar, Alfonso de Borbón, Álvaro Falcó, Felipe Cortina, Fernando Nicolás… Marta González y su hermana Sonia, que eligieron vestidos de Laura Monje; Fiona Ferrer con un original diseño de la colombiana Pepa Pombo; Arantxa de Benito presumiendo de tipazo; Cayetana Guillén Cuervo de los diseñadores Santos Costura; Vicky Martín Berrocal impactando con un diseño suyo; la top y DJ Cristina Tosio; Blanca Romero con un vestido de Rosa Clará; Carmen Morales… Y así una larga lista hasta completar los 500 asistentes. Ni Fonsi ni Marta querían que sus familiares y amigos se perdieran un día tan importante y emocionante para ellos.
Poco antes de las siete de la tarde de aquel 30 de abril, Fonsi se dirigió hacia el lugar de la ceremonia del brazo de su hermana Carla. Algo después y con la banda sonora de la película Leyendas de pasión, llegó Marta. Un instante en el que ninguno de los dos pudo contener las lágrimas.
El alcalde de Santa Eulalia, Vicente Marí, fue el encargado de oficiar la ceremonia civil con muchos guiños a su carrera de piloto. El más reído fue cuando hizo alusión a lo que le había recomendado Ángel Nieto: “¡Dale gas y que vaya rapidito!”. Pero, sin duda, el momento cumbre de la ceremonia fue la gran sorpresa que Fonsi tenía preparada para su ya mujer. Justo después del ‘sí, quiero’ comenzó a sonar la canción Your Song, de Elton John, y apareció Lucas -el hijo que el expiloto tuvo con Alba Carrillo- con un cachorrito blanco de Golden que provocó risas y aplausos entre todos los asistentes y un torrente de lágrimas en Marta.
Tras la ceremonia, todos los invitados pudieron disfrutar de una cena informal -en la que poder sentarse con quien quisieran- con comida de lo más variada: mexicana, mediterránea, especial de pescados, especial de carnes, vegetariano y asiático más sushi servido por Sushita Madrid. Todo amenizado por un sinfín de performance : marionetas iluminadas de tres metros de altura, una flor gigante donde una bailarina realizó un espectáculo artístico, proyecciones, actores disfrazados, pasacalles, un mapping en 3D del edificio principal derrumbándose… Una boda diferente y llena de personalidad que no dejó indiferente a nadie.