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Se cumplen quince años del fallecimiento de Erika Ortiz, uno de los momentos más difíciles en la vida de doña Letizia

Analizamos cómo contó ¡HOLA! el triste suceso y recordamos la única entrevista que concedió la hermana menor de la Reina

7 de febrero de 2022 - 8:02 CET7 feb 2022 - 8:02 CET

Sorpresa, consternación y una profunda impresión. Así arrancaba la noticia que ¡HOLA! publicaba en sus páginas y en la que hablaba, desde el respeto y la prudencia, del fallecimiento de Erika Ortiz, la hermana menor de la reina Letizia, del que ahora se cumplen 15 años. A lo largo de varias páginas, nuestra revista narraba cómo se habían desarrollado los acontecimientos, el dolor palpable de las familias... y mostraba a una entonces Princesa de Asturias -embarazada de la infanta Sofía- en uno de sus momentos más difíciles.

Según pudo saber ¡HOLA!, doña Letizia fue una de las primeras personas en conocer la noticia. La recibió cuando se encontraba en su residencia del palacio de la Zarzuela, junto a don Felipe. “Por fuentes muy próximas a la familia nos consta también que el príncipe ha estado en todo momento al lado de su esposa, cogiéndole la mano, tratando de consolarla en su profundo desconsuelo, intentando reconfortarla en los que, sin duda, se han convertido en los momentos más tristes y dramáticos de su vida. Y es que no era ningún secreto la gran complicidad que mantenía con su hermana menor, más ahora que Telma, la mediana, se encontraba viviendo fuera de España por su trabajo como cooperante”, rezaba la crónica.

Don Felipe no fue el único que estuvo al lado de doña Letizia en un momento tan complejo. El resto de la Familia Real mostró, desde el primer momento, su tristeza ante la pérdida. A la infanta doña Elena se la pudo ver llegando a su casa de Madrid visiblemente afectada. Del mismo modo, doña Cristina conoció la terrible noticia mientras se encontraba en su trabajo, en la Fundación La Caixa. También la reina Sofía quedó profundamente impresionada por la noticia que le sorprendió en su visita a Indonesia. Entre lágrimas, doña Sofía decidió suspender el viaje. “¡Qué lástima!, ¡qué lástima!”, exclamó. Y sin perder un minuto, comenzó a organizar su regreso a España. A don Juan Carlos también le sorprendió la noticia en el extranjero; en concreto, en Alemania, desde donde agradeció las muestras de pésame recibidas.

La única entrevista de Erika

A modo de homenaje, ¡HOLA! también publicaba la primera y única entrevista que Erika había concedido a un medio de comunicación, la agencia EFE y en la que hablaba no solo de sus inquietudes profesionales y artísticas, también de la familia y, como no podía ser de otro modo, del enlace de su hermana con el rey Felipe.

La hermana de doña Letizia había estudiado Bellas Artes y, en aquel momento, trabajaba en la prestigiosa editorial FMR. Desde su despacho compartido, con vistas al Palacio Real y a la Catedral de la Almudena, explicaba al periodista la relevancia que, desde su punto de vista, tenían el arte y la cultura en la sociedad: “La cultura nos ayuda a mejorar nuestra calidad de vida y nuestros valores. Nadie se imagina lo que un libro puede llegar a enriquecer a la persona en sí, igual que una pintura o una escultura”. Una conversación llena de matices en la que quedó clara su pasión por un arte que bebe de los sentimientos y, en última instancia, de la vida.

Erika, profesional y madre -su hija Carla tenía, en aquel momento, tres años-, reflexionaba sobre la complejidad de unir ambas realidades: “Es muy complejo realizar de manera correcta ambas facetas en la sociedad actual, por lo que una de ellas siempre acaba por resentirse. Esto quiere decir que una persona sola lo tiene muy complicado para cuidar a un hijo. Gracias a Dios, yo tengo a Antonio, con quien comparto esta tarea (él no me ayuda, compartimos estas tareas). Mi madre, la madre de Antonio y toda la familia (inclusive las hermanas de ambos) nos echan una mano cuando los necesitamos”.

Y terminaba con el tema que más interés generaba: la relación de su hermana con el heredero de la Casa Real española. Explicaba el periodista que Erika se refería a él como Felipe -un signo que interpretaba como de cierta familiaridad entre ellos- y que medía sus palabras para que solo pudieran tener el significado que ella les concediera. Así, explicó que el anuncio de la boda le había afectado “de manera positiva” y que en su familia habían acogido la noticia “con mucha felicidad”. En cuanto a la relación con su hermana, confirmaba que había sufrido pocas variaciones: “La veo con la misma frecuencia que antes. La única diferencia es que no podemos ir a lugares públicos sin que los fotógrafos, las cámaras de televisión o los redactores nos ocasionen algún trastorno, por otra parte algo lógico. Profeso un profundo respeto por los profesionales, pues estoy muy vinculada a ellos, no sólo por las generaciones de comunicadores que hay en mi familia, sino porque tengo amigos periodistas y cámaras de televisión”.

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