El 20 de octubre de 2001, Córdoba se echó a la calle. Ese día se casaba su torero, Juan Serrano “Finito de Córdoba”, con Arantxa del Sol. HOLA fue testigo tanto de la ceremonia religiosa como del banquete posterior, celebrado en la casa-palacio de Viana y con la asistencia de 600 invitados.“No hubo casi nadie que esa tarde hiciera sobremesa en la capital de la Mezquita. Apenas tiempo para comer. La cita era a las cinco de la tarde en la iglesia de Santa Marina, ubicada en uno de los barrios más famosos de la ciudad, y todos querían llenar las calles de vítores y jaleos. Balcones engalanados y gente, mucha gente, por la calle donde iba a pasar la comitiva”, señalaba la crónica de nuestra revista.Ese día, Finito cambió el tradicional traje corto con el que se suelen casar los toreros por un chaqué de impecable factura. Y llegó a la iglesia entre gritos de “¡torero, torero!” y aplausos, junto a su madre y madrina, María del Carmen Pineda, en un coche de época, un Buick de ocho cilindros y cuatro plazas, de 1936. Para Finito, que dos días antes había indultado un toro en la Feria de Jaén, y que ese año era el primero en el escalafón, aquel era el paseíllo más importante de su vida. ¡HOLA! también acompañó a la novia mientras se preparaba para su gran día en uno de los salones del palacio museo de Viana. Arantxa vistió un diseño de Lorenzo Caprile de línea sirena con cola de tres metros cortada al bies, en el que se habían empleado veinte metros de raso blanco de seda natural. El traje también estaba compuesto por unas enaguas de diez metros en tul de seda natural plisado con aplicaciones de encaje. Arantxa coronó su look nupcial con un velo bordado con diseño de ramas de flores en organza, adornado con hilos de seda y cristal de Swarovski. Con una hora de retraso, la novia llegó a la iglesia a bordo de un Rolls, junto a su padre y padrino, Juan Luis Maciñeiras Palacio, mientras un grupo de gaiteros preparado en la puerta del templo hizo sonar las gaitas, un sonido que Arantxa quería escuchar el díade su boda. La actriz se siente asturiana, su familia es de Asturias, aunque ella no nació allí.Entre los invitados, numerosas figuras del toreo, como Curro Romero junto a Carmen Tello, José Tomás, Miguel Báez “Litri”, Julián López “El Juli”, Canales Rivera, Oscar Higares, José Pacheco «El Califa», Víctor Puerto, Juan José Padilla… Y de entre ellos, algunas parejas que hoy ya no existen, como las formadas por Enrique Ponce y Paloma Cuevas, Rafael Camino y Natalia López, y Raúl Gracia «El Tato» y Pilar Tormes.Tras la boda, los novios se trasladaron en coche de caballos hasta la iglesia de los Dolores, donde el matrimonio depositó el ramo de flores de Arantxa y ofreció un capote de paseo del torero.
El 20 de octubre de 2001, Córdoba se echó a la calle. Ese día se casaba su torero, Juan Serrano ‘Finito de Córdoba’, con Arantxa del Sol. ¡HOLA! fue testigo tanto de la ceremonia religiosa como del banquete posterior, celebrado en la casa-palacio de Viana y con la asistencia de 600 invitados.
“No hubo casi nadie que esa tarde hiciera sobremesa en la capital de la Mezquita. Apenas tiempo para comer. La cita era a las cinco de la tarde en la iglesia de Santa Marina, ubicada en uno de los barrios más famosos de la ciudad, y todos querían llenar las calles de vítores y jaleos. Balcones engalanados y gente, mucha gente, por la calle donde iba a pasar la comitiva”, señalaba la crónica de nuestra revista.
Ese día, Finito cambió el tradicional traje corto con el que se suelen casar los toreros por un chaqué de impecable factura. Y llegó a la iglesia entre gritos de “¡torero, torero!” y aplausos, junto a su madre y madrina, María del Carmen Pineda, en un coche de época, un Buick de ocho cilindros y cuatro plazas, de 1936. Para Finito, que dos días antes había indultado un toro en la Feria de Jaén, y que ese año fue el primero en el escalafón, aquel era el paseíllo más importante de su vida.
Veinte metros de raso de seda
¡HOLA! también acompañó a la novia mientras se preparaba para su gran día en uno de los salones del palacio museo de Viana. Arantxa vistió un diseño de Lorenzo Caprile de línea sirena con cola de tres metros cortada al bies, en el que se habían empleado veinte metros de raso blanco de seda natural. El traje también estaba compuesto por unas enaguas de diez metros en tul de seda natural plisado con aplicaciones de encaje. Arantxa coronó su look nupcial con un velo bordado con diseño de ramas de flores en organza, adornado con hilos de seda y cristal de Swarovski.
Con una hora de retraso, la novia llegó a la iglesia a bordo de un Rolls, junto a su padre y padrino, Juan Luis Maciñeiras Palacio, mientras un grupo de gaiteros que aguardaba en la puerta del templo hizo sonar las gaitas, un sonido que Arantxa quería escuchar el día de su boda. La actriz se siente asturiana, su familia es de Asturias, aunque ella no nació allí.
Figuras del toreo y parejas que ya no existen
Entre los invitados, numerosas figuras del toreo, como Curro Romero junto a Carmen Tello, José Tomás, Miguel Báez ‘Litri’, Julián López ‘El Juli’, Canales Rivera, Oscar Higares, José Pacheco ‘El Califa’, Víctor Puerto, Juan José Padilla… Y de entre ellos, algunas parejas que hoy ya no existen, como las formadas por Enrique Ponce y Paloma Cuevas, Rafael Camino y Natalia López o Raúl Gracia ‘El Tato’ y Pilar Tormes.
Tras la boda, los novios se trasladaron en coche de caballos hasta la iglesia de los Dolores, donde el matrimonio depositó el ramo de flores de Arantxa y ofreció un capote de paseo del torero. “Yo soy un hombre muy creyente y muy devoto de todos los Santos y de todas las Vírgenes...”, admitió Finito de Córdoba en nuestras páginas. “Le tengo un gran cariño y una gran devoción a la Virgen de los Dolores, porque desde que comencé en el mundo del toro ya bendecía mis trajes allí y los pasaba por su manto. Es una Virgen que ha aportado mucho a mi profesión y a mi vida”, añadió.
En conversación con ¡HOLA!, la presentadora también confesó : “El momento más emocionante de la boda fue cuando se apartaron los gaiteros y pude ver a Juan en el altar. Me temblaba hasta la barbilla“. Por su parte, el diestro, reconoció que “decir ‘sí, quiero’ y verme el anillo de casado en el dedo ha sido el momento más importante para mí”.
“A parte de haberme casado con la mujer que quiero, como ya he dicho, otra de mis mayores ilusiones es formar una familia, porque es algo muy bonito. Me gusta que mi gente respete mi profesión, pero no quiero mezclar mucho el toro en mi vida familiar. Quiero que mis hijos no crezcan en el ambiente taurino”, remató el torero. Al año siguiente de su boda, Arantxa y Finito hicieron realidad el sueño del diestro y se convirtieron en padres de una niña, Lucía, y en 2008, de su segundo hijo, Juan Rodrigo. Hoy, veinte años después, la pareja sigue felizmente casada.