Tras cuatro años en el mercado inmobiliario, María Teresa Campos ha conseguido vender su casa de la urbanización Molino de la Hoz, perteneciente a la localidad madrileña de Las Rozas. Una gestión que, dado lo que le ha costado desprenderse de la lujosa propiedad, le ha supuesto un auténtico quebradero de cabeza. Tal como avanzaba el diario ABC, la presentadora de televisión firmó el contrato de arras el pasado diez de septiembre, recibiendo una señal de 100.00 euros. Tal como publicaba también, la firma ante notario, último paso para ejecutar la venta por dos millones y medio de euros, tiene previsto celebrarse en las próximas semanas, dado que en el contrato se ha dejado de margen hasta el próximo mes de diciembre para preparar el papeleo de la transacción.
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Cabe recordar que han sido muchas las veces a lo largo de estos años que se ha afirmado que había vendido la mansión en la que ha vivido los últimos quince años. El veintitrés de agosto de 2018, la propia María Teresa tuvo que negar muy tajante el asunto: “Llevo toda la mañana desmintiéndolo y se acabó”, decía enfadada por aquel entonces. La otra ocasión que resonó con fuerza, incluso se habló del comprador, fue en julio de 2020, por un precio de 3,2 millones de euros. Entre medias se dijo incluso que, desesperada, la habría ofrecido incluso como escenario de producciones de ficción por cuatro mil euros el día de rodaje.
Aunque María Teresa Campos ha conseguido menos dinero del que en principio pedía (la puso en el mercado con un precio de 4,3 millones de euros), ha podido desprenderse finalmente de la casa de sus sueños. Un sentimiento agridulce, ya que con ella se van los buenos momentos vividos junto a sus dos hijas, Terelu y Carmen Borrego, y sus tres nietos -Alejandra Rubio, Carmen y José María-, pero también los recuerdos de la relación que mantuvo entre esas paredes con Edmundo Arrocet.
Acompañada por el artista, María Teresa le abría las puertas de su casa a la revista ¡HOLA! en enero de 2016, protagonizando una exclusiva y excepcional entrevista, en la que no sólo hablaba de su año y medio de amor sino de sus planes de vender la casa de sus sueños, una majestuosa propiedad (construida por el arquitecto Ignacio Recarte y decorada por el afamado decorador asturiano Jaime Fierro) de 1.615 metros cuadrados, edificados en una parcela de 6.345 metros cuadrados y que cuenta, entre otras estancias, con doce dormitorios, quince cuartos de baño, salón con dos alturas y chimenea de mármol, sala de cine, dos cocinas, bodega, biblioteca, un ascensor interior que une las tres plantas, inmensos jardines y una piscina cubierta junto a un patio inglés. También dos porches exteriores, donde hay un comedor de verano y un salón terraza que preside la zona verde.
“Es excesivamente grande, sólo somos dos, y aunque el día que la venda me dolerá, creo que ha llegado el momento de desprenderme de ella”, contaba. Y añadía: “Cuando mi hija Carmen se fue y mis nietos se independizaron, sentí que esta casa era demasiado grande para mí, e incluso sigue siéndolo ahora que vive Edmundo conmigo. En este momento de mi vida supone unos gastos excesivos que no tengo por qué tener”.
Además, en los últimos tiempos y tras su ruptura con Edmundo Arrocet, la presentadora vivía acompañada únicamente por una empleada doméstica y, en la actualidad, también por su nieta Carmen, alojada en el ala derecha de la residencia, por lo que vivir en ella se le hacía muy cuesta arriba.
Con esta venta se acaba una etapa en la vida de María Teresa que hoy vive con ilusión su mudanza a un piso de alquiler en la misma urbanización de Aravaca donde tiene un piso (también de alquiler) su hija Terelu. “Me voy a ir al mejor sitio del mundo, en el mismo edificio que mi hija Terelu. Me voy a medir cosas mías para ver de qué cosas me puedo deshacer. Con eso me distraigo”, así lo contaba, sin tapujos, hace poco más de una semana en Es la mañana de Federico, en esRadio.
La presentadora también posee una propiedad en Málaga y no tiene intención de comprar nada más sino empezar a disfrutar de la tranquilidad de no tener que soportar unos gastos enormes el primer día de cada mes y confiar en que las cosas serán más fáciles con la economía más saneada. Será su punto de partida para una temporada donde recuperará su programa de entrevistas y consejos en YouTube, a la espera de otras ofertas televisivas que aún desea. También tendrá a vecinos muy conocidos, entre quienes destacan los expresidentes del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, que viven en zonas aledañas.
Aunque en su día se habló de un posible comprador turco, otro mexicano e incluso un fondo de inversión, finalmente quien ha culminado esta venta es la firma española Alma en Pena cuyo propietario, José Gil, hace ya dos años y medio se interesó por esa casa pero sin llegar a ponerse de acuerdo en el precio. Al parecer, los planes son convertirla en el centro digital y de imagen de la firma que engloba el desarrollo de ventas internacionales, colecciones y todo el sector de venta online.
No deja de tener su gracia que la casa de María Teresa Campos acabe siendo sede de una firma de calzado, sin duda una de sus debilidades. Ella misma lanzó su propia marca, negocio que no funcionó, pero donde pudo soñar a crear su propia colección al igual que otras celebridades.