Así fue la gran boda principesca de los padres de Marco Juncadella, el gran protagonista del fin de semana

La princesa Cristina de Hohenlohe se casó hace 39 años con José María Juncadella, hijo de la escritora Mercedes Salisachs. El enlace apareció en las páginas de ¡HOLA! y contó con la asistencia de personalidades como Marta Chávarri

27 de julio de 2021 - 14:32 CEST27 jul 2021 - 14:32 CEST

Marco Juncadella Hohenlohe y Lucía Bárcena fueron los grandes protagonistas del fin de semana. Su boda, la más viral de los últimos tiempos, reunió en el Pazo de Oca, llamado “el Versalles gallego” por la belleza de sus jardines, a algunos de los aristócratas más relevantes del país con las influencers con más seguidores. Este joven matrimonio representa el cambio generacional de los Hohenlohe, una vasta dinastía principesca alemana que llegó a España hace cien años con el matrimonio del bisabuelo de Marco, el príncipe Max de Hohenlohe, y la española Piedita Iturbe, la fascinante última gran aristócrata de nuestro país con proyección internacional. La boda de Max y Piedita fue el gran acontecimiento del otoño de 1921 ya que los novios fueron apadrinados por los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia.

Arriba, Marco Juncadella Hohenlohe y Lucía Bárcena. Sobre estas líneas, el novio junto a su madre, la princesa Cristina de Hohenlohe

Hace 39 años, en julio de 1982, los padres del novio protagonizaron la gran boda de ese año. La princesa Cristina de Hohenlohe y el empresario José María Juncadella se dieron el “sí, quiero” en una ceremonia celebrada en la basílica de San Miguel, en el corazón del Madrid de los Austria. Y ¡HOLA!, como demuestra la crónica de la época que ilustra esta noticia, estuvo allí.

Como ocurrió el pasado fin de semana, este enlace también reunió a personalidades de la época. A saber: Carmen Franco y su marido, Cristóbal Martínez-Bordiú, Natalia Figueroa o Marta Chávarri, lo más parecido a una it girl de hoy en día. La boda contó con Luis Martínez de Irujo, nieto de la duquesa de Alba y hoy duque de Aliaga, como niño de arras, ya que era su tía materna la que se casaba. Su padre, Alfonso Fitz-James, ejerció de testigo de la princesa Cristina, junto a otros relevantes miembros de la élite social de aquellos años: Germán Gamazo, primo de la novia y hermano de la financiera y coleccionista de arte Anna Gamazo, o el fallecido príncipe Marco de Hohenlohe, duque de Medinaceli. Por parte del novio, algunos de los testigos fueron Javier de Godó, conde de Godó, y el príncipe Fernando de Baviera.

La boda, como sucedió el pasado fin de semana, también supuso un desfile de la mejor moda. Además de la novia, que lucía un espectacular vestido blanco, hubo otras mujeres que destacaron por su elegancia. Tal fue el caso de la madre del novio y madrina, la escritora Mercedes Salisachs, una de las autoras más importantes del siglo XX y premio Planeta, quien optó por un arriesgado vestido amarillo. O Pimpinela Hohenlohe, tía de la novia. La también princesa de Hohenlohe desplegó su mejor estilismo y sus mejores joyas, como evidencia el magnífico collar de perlas que lució. El príncipe Alfonso de Hohenlohe, hermano de la novia, ejerció de padrino. Tras el “sí, quiero”, se sirvió una cena en el Club Financiero. En esa ocasión, como sí ocurrió con Marco Juncadella y Lucía Bárcena, no hubo imágenes del convite.

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