Santiago Cañizares y Mayte García han anunciado su separación a través de sus redes sociales. “Tanto Santi como yo, queremos comunicaros que estamos pasando por un proceso de separación. Por el respeto, cariño, y apoyo que nos habéis profesado sobre todo en los momentos duros, nos sentimos en la obligación de ser nosotros quien os lo transmitamos”, escribían. Una noticia con la que ponen fin a 13 años de matrimonio en los que han tenido que afrontar una de las pruebas más dura de la vida, la pérdida de un hijo.
Mayte y Santiago tienen cuatro hijos Sofía, la mayor, de once años, y los trillizos India, Martina y Santi, que nacieron hace ocho. Tristemente, a finales de marzo de 2018, la pareja comunicaba que su hijo Santi, de cinco años, fallecía después de luchar durante largo tiempo contra la enfermedad. Una pérdida con la que han tenido que aprender a seguir adelante en los últimos años. En aquel momento, las páginas de ¡HOLA! recogieron el conmovedor y valiente testimonio de unos padres que atravesaban un momento de tristeza inimaginable.
En aquella entrevista contaban que Santi era un sabio en cuerpo de niño y que, pese a su corta vida, les enseñó infinidad de cosas. Grandes lecciones de vida a las que tenían que dar voz. “Tras un mal diagnóstico inicial de meningitis, que lo lleva al coma, se le detecta un tumor maligno en el cerebelo —un meduloblastoma en estadio 4— y, días después, sufre dos infartos cerebrales”, explicaba Santiago. Y añadía: “Los médicos nos dieron la opción de no darle tratamiento y pensamos: “Si el niño ha tenido la oportunidad de marcharse y no lo ha hecho, ¿cómo le vamos a privar de la oportunidad de luchar?”. Y luchó, hasta el final.
“Recuerdo que, a la segunda quimio, el médico que le llevaba me dijo: ‘Mayte, os tengo que dar la enhorabuena porque el sesenta o setenta por ciento de la buena evolución de Santi es gracias a vuestra actitud’. Que nos dijera eso un médico fue un empuje para seguir luchando. Quedaba muchísimo camino, pero siempre buscábamos el lado positivo. Nosotros éramos su reflejo, porque, cuando un nene está malo, lo primero que mira es la cara de sus padres. Y a mí me podrían haber dado una muy mala noticia, que le cogía en brazos, jugaba con él, me tiraba al suelo. Mi hijo, en dieciséis meses, no me ha visto llorar ni una vez y sí me ha visto sonreír. Y se fue igual, con una sonrisa de sus padres en la boca”, apuntaba Mayte.
Compartiendo su historia, Santiago y Mayte querían ayudar y dar voz al cáncer infantil. “Él vino a enseñarnos a que valoráramos cada instante de nuestra vida, a que tuviéramos mucho más corazón y menos disputas. Y no solo a nosotros. Estamos muy orgullosos de él”. Desde entonces el exjugador de fútbol, que actualmente es comentarista en la cadena Ser, y Mayte se han volcado en apoyar distintas causas relacionadas con el tratamiento del cáncer infantil, desde proyectos de investigación a iniciativas para que los tratamientos en los hospitales no sean tan duros para los pequeños.