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Julia Janeiro cumple hoy dieciocho abriles. Alcanza la mayoría de edad y, tal y como atestigua su perfil de Instagram -donde ya roza los ochenta mil seguidores… y subiendo-, es una joven de impactante belleza , que posa con mucho desparpajo, a la que le encanta la moda, el mundo del maquillaje, el reguetón, estar en forma… lo mismo que a muchas otras chicas de su generación. Con la diferencia que Julia es famosa desde la cuna.
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Con solo tres meses se asomó por primera vez a las páginas de ¡HOLA! junto a sus padres. Lo hemos recordado en estos días. Más tarde, a la edad de cinco años, Julia era protagonista junto a su hermano, Jesús Alejandro, que entonces tenía un año, y sus padres, Jesulín de Ubrique y María José Campanario, de su posado más familiar también en nuestra revista.
Corría el mes de junio del año 2008. Julia, vestida con los mismos colores que su pequeño hermano, en naranja y en blanco, parece tímida y reservada ante los focos. Las estampas muestran la bonita familia que el torero ha formado junto a María José: ambos posan abrazados a sus dos hijos, a caballo por la finca, en calesa entre los campos de cereal...
El matrimonio nos abría las puertas de Ambiciones para hablarnos de su nueva vida, tras la retirada del torero gaditano de los ruedos -más adelante, como es sabido, volvería a retomar su carrera-, y mostrarse ante todos como una pareja normal y enamorada, feliz junto a sus niños.
Sin poder ocultar su orgullo de padre, Jesús hablaba así de sus tres hijos, incluida la mayor, Andrea , nacida de su relación con Belén Esteban: “Mi hijo, Jesús, es guapísimo, un crack. Es un Jesulín en chiquitito. Julia es más coquetita y muy presumida. Y mi Andrea es una cría muy noble y fabulosa y quiere muchísimo a sus hermanos”.
En esa entrevista, María José también admitía que, ante la posibilidad de que Julia quisiera seguir los pasos de su padre y dedicarse al mundo del toro , “lo respetaría. Los dos respetaremos lo que Alejandro y Julia quieran ser en la vida, mientras sean buenas personas”. También aclaraba que ella llamaba a su hijo por su segundo nombre “por diferenciarlo del padre. Así conoce los dos nombres”, decía entre risas.
En un momento del reportaje, Jesús y María José cambiaron el tono alegre y amable para ponerse muy serios. La polémica ha rodeado su vida desde que comenzaron su historia de amor y, en aquel 2008 se encontraban de nuevo en el ojo del huracán. La sombra de la llamada Operación Karlos , de fraude a la Seguridad Social, planeaba entonces sobre sus cabezas. La actual odontóloga hablaba por primera vez de su detención por esta causa, que por aquella época estaba aún pendiente de juicio. “Fue el momento más duro de mi vida. Fueron horas muy malas, y no se las deseo ni a mi peor enemigo”, relataba. “Tras la detención me vine muy, muy abajo y pasé una mala racha. Pero Jesús estuvo a mi lado como un campeón. Él ha sido el que me ha levantado cuando me he caído”.
Y como vaticinando todo lo que aún estaba por venir a lo largo de los años, en los que en un sin fin de ocasiones han sido diana de críticas y controversias, Jesús sentenciaba sin vacilar: “Hay quien se ha empeñado en destruir nuestro matrimonio, pero está construido sobre cimientos muy sólidos. Aunque nos hemos tenido que construir una coraza porque nos han tirado a dar”.