Tras la emisión del primer capítulo del documental de Mia Farrow y Woody Allen de HBO, donde repasan el escándalo que protagonizó la pareja con acusaciones de abusos y un duro enfrentamiento en los tribunales, las reacciones no se han hecho esperar. El cineasta ha estallado y, a través de un comunicado, ha acusado a la cadena de que todo lo que exponen es falso: “Esos documentalistas no tenían ningún interés en buscar la verdad. En cambio, pasaron años colaborando subrepticiamente con los Farrow para crear un trabajo plagado de falsedades”, comienza a explicar. “Como se sabe desde hace décadas, estas acusaciones son categóricamente falsas”, recalca.
Para intentar desgranar las claves de esta truculenta historia que revolucionó Hollywood y que a día de hoy sigue despertando un gran interés, recordamos la entrevista que Mia Farrow concedió a ¡HOLA! en 1992, donde nos descubrió aspectos desconocidos de su vida. Unas confesiones que ahora cobran mucho sentido y que sirven para conocer un poco más a la actriz. Desde la grave enfermedad que sufrió de pequeña, la relación con sus padres, hasta su matrimonio con Frank Sinatra o que Woody Allen le pagaba poco cuando trabajaba en sus películas.
Nos recibió en su casa de campo de Connecticut, donde comenzó recordando cómo su infancia, en una familia muy unida, y desveló que una de las cosas que le marcó un antes y un después fue la grave enfermedad que tuvo. de niña “A los nueve años tuve polio y eso fue realmente el fin de mi infancia. Me sacaron de Beverly Hills y me llevaron a un hospital privado en Los Ángeles. La gente tenía mucho miedo a la polio. Era la época de las epidemias. Estuvo en el hospital casi un mes, apenas veía a mis padres, excepto a través de un cristal”.
“A los nueve años tuve polio y eso fue realmente el fin de mi infancia”
Al regresar a casa, su vida cambió. “Mis padres habían vaciado la piscina, arrancado el césped, habían regalado al perro, pintado la casa, arrancado el papel de las paredes, quitado la tapicería de los muebles… y se habían llevado a mis hermanos a otra casa porque por entonces no sabían cómo se contagiaba”, contaba.
Vida en España y boda con Sinatra
Cuando estaba a punto de cumplir doce años, Mia Farrow se mudó a España con su familia, ya que su padre, el director y guionista John Farrow, tenía varios proyectos en nuestro país. Una bonita época, que recuerda con cariño: “En Madrid vivimos en el Castellana Hilton y fui al colegio de Santa María del Camino”. Después, se fueron hasta Denia, donde comenzó el rodaje su padre. “Estaba haciendo una película que se llamaba John Paul Jones, que no tuvo mucho éxito. Cuando terminamos nos fuimos a Inglaterra, donde me quedé hasta los dieciséis años.
A los diecinueve, su trayectoria dio un giro. Mia comenzó a salir con Frank Sinatra, una de las grandes estrellas del momento, que por entonces tenía 49 años. Una relación que tenía todos los ingredientes para convertirse en una historia de amor de película, pero su guion no tenía un final feliz y terminaron divorciándose años después.
“Le pedí a Frank Sinatra el divorcio y nunca dinero. Porque me quedé con algo mucho más importante: su amistad y su respeto”
“Nos casamos cuando tenía veintiuno y no duró mucho. Me culpo por ello, ya que no me conocía lo suficiente a mí misma. Era mi primer novio. No podía saber lo que sería aceptable para mí y lo que no o cómo sería su vida o qué efecto tendría sobre mí. No podía pensar en el futuro”. Por entonces, llamó la atención que ella no le pidiera dinero, a lo que ella respondía: “Le pedí a Frank Sinatra el divorcio y nunca dinero. Porque me quedé con algo mucho más importante: su amistad y su respeto”.
Segundo matrimonio y familia numerosa
Pero el amor llamó de nuevo a su puerta y rehizo su vida con André Prevín, un pianista consagrado con quien estuvo casada diez años. Con él tuvo tres hijos naturales: los gemelos Sascha y Matthew y Fletcher. Y adoptó tres: Lark, Soon-Yi (actual mujer de Woody Allen) y Daisy. Sin embargo, diez años después, descubrieron que su relación, sin quererlo, había desembocado en amistad y ya no quedaba nada de lo que les unió al principio. “En nuestro caso había problemas concretos. Resultó que éramos mejores siendo amigos que matrimonio”.
La actriz llegó a formar una gran familia con catorce hijos, de los que tres han fallecido. Dos de ellos se quitaron la vida
Mia después conoció a Woody Allen, con quien estuvo doce años y medio y tuvo un hijo natural: Satchel. Y adoptó otros dos: Moses y Dylan. Por otro lado, adoptó en solitario a Tam, nacida en Vietnam, y a Isaiah, nacido en Estados Unidos.
Woody Allen y la tragedia
En cuanto a cómo miraba al futuro tras el escándalo de Woody Allen, Mia se encontraba en parte liberada, aunque mirando atrás, reconocía que había sido un error dejar entrar a Woody Allen a su familia. Pero energía para sacar sola adelante a sus hijos no le faltaba. “Tengo un seguro. Ahora tengo que ahorrar para ellos”, nos decía por entonces. “Voy a procurar ganar dinero con mis películas. Antes no tenía ninguna seguridad. Ahora puedo hacer películas normales, no películas para Woody. Él pagaba muy mal. Las cosas empezarán a irnos mejor cuando todo esto pase”.
“Antes no tenía ninguna seguridad. Ahora puedo hacer películas normales, no películas para Woody. Él pagaba muy mal”
Más tarde, de nuevo sola, adoptó otros tres hijos: Quincy, Frankie-Minh y Thaddeus. Había formado una gran familia con catorce hijos, aunque con Soon-Yi se distanció cuando ésta comenzó su relación con Allen. En el año 2000, sufrió un duro golpe con la muerte de Tam, quien falleció por una sobredosis de pastillas. No sería la única muerte trágica en la familia, en 2008, Lark moría por una neumonía derivada del VIH y en 2016, se quitaba la vida su hijo Thaddeus.