Bertín Osborne vuelve a estar soltero, tras veinte años de relación con Fabiola Martínez. El cantante y presentador, de sesenta y seis años, no experimenta este estado civil desde hace dos décadas, pero parece estar decidido a permanecer así por el resto de su vida. “No voy a encontrar a nadie igual, de manera que no voy a buscar más”, decía hace algunas semanas. “Me corto la coleta, como los toreros. Me dedicaré a mi trabajo, a mis hijos, a mis amigos, a mis animales y al deporte. ¿Lo demás? ¿Para qué?”, añadía.
Pero, ¿cómo era la vida de soltero de Bertín poco antes de conocer a Fabiola? En marzo de 2001, el artista protagonizó una de sus portadas de ¡HOLA! más icónicas, en la que posaba en su fabuloso yate de veintidós metros de eslora, atracado en la Bahía de Miami. Entonces, tenía cuarenta y seis años, vivía solo en Florida desde hacía una década, llevaba ya dos años triunfando en Antena 3 como presentador de Trato hecho y acababa de lanzar su disco de rancheras, Sabor a México.
“Quiero puntualizar que no me escapo a Miami. Yo me escapo a Madrid… a trabajar en televisión. Grabo durante cinco semanas, dos veces al año, y en ese tiempo dejo grabada toda mi programación para los nueve meses que estoy en pantalla”, explicaba Bertín a ¡HOLA! en un reportaje en el que enseñaba todos los rincones del yate que acababa de comprar y que era su nueva casa: cinco camarotes, tres baños, un amplio salón, una cocina totalmente equipada y vistas inigualables a la ciudad de Miami.
Entonces, parecía tenerlo todo: éxito en la televisión y la música, legiones de fans en España y América, fortuna, amigos famosos… Sin embargo, se sentía solo. “Miami es una ciudad muy solitaria. En diez años que llevo aquí, solo he conseguido tener tres amigos. Esto no es como España, ni muchísimo menos”, nos decía. “Aquí principalmente lo que hago es tomar el sol, leer… tengo tiempo para pensar, demasiado quizá”.
En busca de una mujer
Hasta entonces, Bertín había tenido distintas casas en Miami, pero nunca se había visto viviendo para siempre en ninguna de ellas. Todas les parecían demasiado grandes e inhóspitas. “Estaba demasiado solo viviendo en una casa. El barco me da más oportunidad de disfrutar de mis amigos. Salimos a desayunar o a comer, a disfrutar del mar, y eso es una excusa para reunirnos más. El barco me hace estar más vivo”, explicaba a ¡HOLA!.
Aquel mes de marzo de 2001, confesó que estaba buscando a una mujer para compartir su éxito. “Sigo desayunando solo”, se lamentaba. “Soy feliz a ratos. Con mis amigos, cuando navego, con mis hijas… Pero me apetece formar una familia, tener más hijos. Me encantaría sentirme en familia otra vez”, admitía. “Me encantaría encontrar una mujer que me entendiera, bueno, que nos entendiéramos mutuamente. En el fondo, busco estabilidad, que en estos momentos no tengo ninguna”.
Pocos meses después de ese reportaje, conoció a Fabiola. El cantante organizó un casting para unas fotos de su disco de rancheras y ella, que trabajaba como modelo, se presentó. Bertín siempre cuenta que fue un “flechazo”. Fabiola confesó que siempre le había parecido muy atractivo y que de pequeña había tenido un póster de él en su habitación. El resto es historia.