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Posee un castillo con 35 hectáreas de viñedos en Anjou.
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El actor hace una cata de sus vinos, en la cantina que tiene al lado de las bodegas.
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Ha dedicado casi toda su vida a la interpretación, pero su pasión por el vino puede más que su trabajo, por ello, no es extraño que en el pasaporte de Gérard Depardieu ponga “profesión: viticultor”. Y es que, desde hace más de diez años, el actor francés dedica gran parte de su tiempo al cuidado de sus viñedos y a la creación de sus propios caldos. En 1989, adquirió el Chateau de Tigné, un castillo con 35 hectáreas de viñedos situado en Anjou, a unos 350 kilómetros al oeste de París, donde anualmente elabora más de 350.000 botellas.
Gracias a él, Carole Bouquet, su pareja, aprendió a apreciar y a disfrutar de esta bebida, y ahora ha decidido iniciar su propia carrera como viticultora. Ha comprado seis hectáreas de viñedos en la isla de Pantelleria, frente a las costas sicilianas. Este año embotellará por primera vez dos caldos italianos, un moscatel y otro dulce típico italiano llamado passito. Este último, según ha comunicado el actor, se llamará ‘Passito de Carole’ y el moscatel, ‘Sanguedoro’.
Mientras Carole pasa estos días en este rincón del Mediterráneo participando en todo el proceso de elaboración de sus primeros caldos, Gérard está vendimiando en los otros viñedos que la actriz ha comprado en la zona de Saint-Emilion, en Burdeos.
Los caldos de Carole Bouquet competirán dentro de poco con los nueve tipos de vino que salen de las bodegas de Anjou, entre los que destacan ‘Cyrano’ y ‘Mozart’; dos tintos de gran linaje que el actor produce exclusivamente en las grandes añadas.
La pareja parece que comparte profesión y pasión, aunque a la hora de elegir vinos, él apuesta por los tintos y ella por los blancos.
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