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El champán 'Dom Ruinart Millésime 1993' es muy apropiado para acompañar un plato de cordero
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¿Blanco, tinto o rosado? ¿Y por qué no un espumoso? Aunque en España es habitual acompañar las comidas con los vinos tradicionales de nuestro país y siempre se ha destinado el champán francés para hacer el brindis final, cada vez se está notando más la influencia del país vecino y son muchos los que han decidido acompañar sus comidas con las burbujas del champán.
Como ocurre con los vinos tradicionales, a cada plato le conviene un champán u otro, y no todos son los más apropiados. En lugar de un Ribera de Duero para un plato de cordero asado, ¿sabe con qué puede acompañarlo? Con una copita de champán Dom Ruinart Millésime 1993. Este es uno de los espumosos de la gama alta que acaba de presentar la casa Ruinart. Por su sabor afrutado es perfecto, no sólo para disfrutarlo con carne asada, sino también para acompañar una langosta, foie gras, caviar, o un pedacito de tarta de manzana.
El Dom Ruinart Rosé 1988 es otro de los espumosos más selectos de esta bodega francesa y, por su gusto contundente, es muy apropiado para tomarlo mientras se disfruta de una perdiz estofada, una ensalada de trufas frescas o un pastel de café.
Tanto para tomarlo con un primer plato como con un segundo, son muchas las posibilidades que ofrece el champán.
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