Los famosos se apuntan a la moda del vino (I)

Gerard Depardieu, Roberto Verino y Francis Ford Coppola, entre otros conocidos personajes, han decidido dedicar una parte de su tiempo a su pasión secreta: hacer vino.

El vino y la cultura que lo rodea ha despertado en los últimos años un inusitado interés general entre el público. Cualquier comida que se precie no estará completa si no se acompaña de un buen caldo. Y es que el vino ha dejado de ser un mero complemento gastronómico para adquirir el protagonismo que se merece. La prueba está en la proliferación de cursos de cata, en la publicación de manuales con instrucciones precisas sobre cómo elegir un buen vino o en las miles de páginas que en Internet tienen el vino como tema monográfico.

Quizás uno de los viticultores más veteranos y conocidos sea Carlos Falcó, Marqués de Griñón. En la localidad toledana de Malpica del Tajo, posee 50 hectáreas de viñedos y una bodega donde elabora caldos de reconocido prestigio, como su Dominio de Valdepusa Emeritus 1997, premiado en Bruselas con la medalla de oro. Pero no es el único aristócrata dedicado a estos menesteres.


El príncipe Alfonso de Hohenlohe posee en Ronda (Málaga) un precioso cortijo, de nombre Las Monjas, donde elabora su propio vino. Otro veterano viticultor es el empresario y director teatral Manuel Manzaneque, que bien puede decirse que entró en el mundo del vino por la puerta grande al ganar dos medallas de plata consecutivas en Borgoña, algo que hasta la fecha no había conseguido ningún otro vino español. En su bodega de Albacete produce los mejores vinos desde 1989.


Tres años le han bastado a Roberto Verino, uno de nuestros diseñadores más emblemáticos, para hacerse con un lugar destacado dentro de la viticultura. Y es que para él hacer un buen vino es igual que diseñar un vestido. En la comarca orensana de Monterrei cuenta con sus propios viñedos, origen de su Terra do Gargalo, un vino de “alta costura” cuya calidad le ha servido para estar presente no sólo en los mejores restaurantes de España, sino también en los mejores restaurantes de Estados Unidos y Portugal y, en un futuro próximo, en Gran Bretaña, Alemania, Bélgica y Luxemburgo.


Aunque indirectamente relacionada con el mundo del vino, la diseñadora Amaya Arzuaga, presume de que su padre, Florentino Arzuaga, elabora grandes vinos de prestigio internacional en su bodega Arzuaga Navarro, en la localidad vallisoletana de Quintanilla de Onésimo.