Ahora que estamos solos y esta noche no hay visita, ni cena con los amigos, ni niños que no se quieran dormir... ponga el aire acondicionado, saque alguna "delicatessen" ligera de la despensa y meta en la champanera (se enfría mejor que en la nevera y es mucho más... "cool") esa botella que se le quedó de las navidades pasadas. O mejor aún, compre una nueva. Porque el cava cuando mejor se disfruta es en verano, de aperitivo en el jardín o de vino único para una velada urbana con velas, plantas y terraza. Este de Parxet tiene la gracia de estar hecho en la minúscula zona vinícola costera de Alella, muestra una finura y cremosidad propia de la uva chardonnay y aporta un regusto a frutos secos y pan tostado, no exento de frescura. Con moluscos al natural, irresistible.