Sí. Es cierto que el contenido calórico de las nueces es elevado (casi 600 calorías por cada 100 gramos de producto). Sin embargo, esto no significa en absoluto que debamos desterrar este alimento de la dieta. ¡Ni mucho menos! Es más, son muchos los estudios científicos que han demostrado que la inclusión de estos frutos secos en la dieta es más que recomendable: son ricos en antioxidantes (que ayudan a prevenir el envejecimiento de la piel); al ser un alimento energético resulta ideal para quines están sometidos a un esfuerzo ‘extra’ (deportistas, estudiantes en época de exámenes, estados de estrés...); son buenas para regular el tránsito instestinal; y los ácidos grasos poliinsaturados presentes en su composición ayudan a proteger al organismo contra las enfermedades cardíacas y reducir tanto los niveles de colesterol ‘malo’ como los de triglicéridos en sangre.
Eso sí, para obetener todos estos beneficios, hay que tener en cuenta que el consumo de nueces debe ser moderado y reemplazar al de otros alimentos grasos (mantequillas, embutidos, quesos...) para no superar las exigencias calóricas diarias del organismo. A continuación le proponemos algunas recetas para disfrutar de estos sabrosos frutos, pequeños en tamaño pero grandes en sabor y propiedades:
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