¿Pescado fresco o en conserva?

Los productos enlatados mantienen intactas todas las cualidades nutritivas de los alimentos por lo que resultan sanísimos, además de muy rentables para el bolsillo

¿Sabía que una lata de sardinas contiene mayores cantidades de calcio que un vaso de leche? Sin duda, una magnífica muestra de lo saludable que resulta para el organismo el consumo de pescados en conserva, recomendado por médicos y nutricionistas de todo el mundo. Y es que, aunque tal vez nos parezca que la mejor manera de consumir el pescado es cuando éste se encuentra fresco, lo cierto es que los productos enlatados mantienen intactas todas las cualidades nutritivas de los alimentos. Además, estas conservas contienen una cantidad importante de Omega-3 por lo que su inclusión en la dieta resulta ideal de cara a prevenir problemas cardiovasculares, problemas de artrosis o afecciones relacionadas con las funciones nerviosas o cerebrales.

Pero más allá de las cuestiones puramente 'médicas', los pescados en lata cuentan también con otras ventajas para el consumidor a tener en cuenta:

-Su delicioso sabor, del que podemos disfrutar durante todo el año.
-Su gran variedad (aunque el atún y las sardinas son los más consumidos, no debemos perder de vista otros productos como las anchoas, los berberechos, los mejillones, los calamares, la caballa, las navajas, etc).
-Su uso cómodo y rápido gracias a los prácticos envases en los que se comercializan.
-Lo económico de sus precios (no sólo son baratos sino que, además, se aprovecha todo el contenido del envase).
-Su larga caducidad. Las latas pueden durar años y años siempre y cuando el producto haya sido esterilizado y herméticamente cerrado.
-Sus múltiples posibilidades culinarias (guisos, ensaladas...)

En definitiva, una deliciosa y muy nutritiva forma de comer pescado tanto para los adultos como para los más pequeños. Y si lo que prefiere es preparar usted mismo estas ricas conservas en su propia casa también puede hacerlo. A continuación le mostramos un ejemplo práctico para elaborar una conserva de bonito ‘a la manera tradicional’.