Las espinacas, alimento ‘estrella’ de las dietas de adelgazamiento

A su bajo aporte calórico se suma todo un universo de posibilidades culinarias. Le mostramos las propiedades de esta verdura y algunas recetas muy sabrosas y sencillas

No es de extrañar que el simpático Popeye las consumiera cuando andaba ‘falto de fuerzas’. Y es que pocos alimentos de nuestra cesta de la compra aportan al organismo una cantidad tan importante de vitaminas (especialmente de vitamina A) y de hierro como las ricas espinacas. Por ello, se trata de una verdura especialmente aconsejada en épocas de crecimiento, así como en casos de personas que padecen anemia. Además, su elevado aporte de fibra vegetal las convierten en alimento ideal para quienes padecen alteraciones de tránsito intestinal.

Pero además de todas estas magníficas cualidades, las espinacas son, sin duda, uno de los alimentos más recomendados en las dietas hipocalóricas (tan sólo aporta 26 calorías por cada 100 gramos). Así, su consumo es recomendable en aquellas situaciones en las que se intenta ‘enmascarar’ el hambre con un elevado volumen de ingesta, pero sin excederse en el aporte calórico.

Por otro lado, los amantes de esta verdura tienen la suerte de poder disfrutar de ella siempre que deseen, ya que su cultivo se produce durante todo el año. En España son Zaragoza, Teruel, Toledo y Madrid las mayores productoras, siendo las clases más cultivadas la viroflay, la bloonsdale, la vital angalterre y la estivato. Diversidad de variedades para una verdura con decenas de posibilidades culinarias: espinacas rehogadas, cocidas, con bechamel, en puré, como guarnición de carnes y pescados, etc.

ALGUNOS TRUCOS

-A la hora de elegirlas, sus hojas deberán ser de un color uniforme, verde oscuro o claro, según la variedad de la planta.
-Para comerlas cocidas, elija las hojas más gordas, y para ensaladas, las más tiernas.
-Si las va a tomar crudas, consúmalas en seguida, y una vez cocidas no es muy conveniente conservarlas en la nevera.
-Como disminuyen al cocer, calcule 500 gramos por comensal. Si las va a tomar crudas, unos 100 gramos. Esto puede ser un problema a la hora de cocerlas si no tiene un recipiente lo bastante grande. Un truco para evitar este problema es rociarlas con agua hirviendo: su volumen disminuirá.