Cocina Ext.

Los niños españoles se alejan de la dieta mediterránea

Los más pequeños consumen pocas verduras, pescado y frutas

Los niños españoles no comen demasiada fruta.

Se ingiere demasiada carne.


Si alguien tenía dudas sobre si la alimentación de nuestros pequeños era equilibrada, acaban de conocerse unos datos que dejan las cosas bastante claras: los niños españoles abusan de los refrescos azucarados, los huevos, los embutidos, la bollería y la carne. Esos alimentos ganan por goleada en la alimentación infantil a la fruta, las legumbres, el pescado, los cereales y las patatas.

Así se desprende de un estudio realizado por EnKid a lo largo de dos años sobre alimentación infantil y juvenil, que confirma que la tan admirada y alabada dieta mediterránea no acaba de convencer a los más pequeños o, más bien, a los encargados de su alimentación. ¿La consecuencia? Un aumento de la obesidad infantil bastante considerable, pues la proporción de niños obesos desde 1982 ha pasado del 7,5% al 13,9%.

El estudio deja tras de sí interesantes resultados: los más pequeños ingieren demasiadas proteínas, dulces, golosinas, galletas... Con respecto al consumo de refrescos azucarados, éste aumenta de forma bastante evidente a partir de los 10 años. Por su parte, las grandes perjudicadas son las frutas, el pescado, las verduras, las legumbres, los cereales y las patatas, que apenas se incluyen en las dietas infantiles, y que son claves en la sana dieta mediterránea, junto con el aceite de oliva.

También se dan diferencias regionales y, el estudio ha llegado a la conclusión de que comen peor los niños que viven en el campo que en las ciudades. Y con respecto a las zonas de España, las comunidades que menos cuidan la alimentación son la zona Centro y Canarias, mientras que la cornisa cantábrica y el noreste español presumen de tener a los niños mejor alimentados.

Expertos en nutrición destacan la importancia del papel de la familia para enseñar a comer a los niños: los hábitos que se aprenden desde la infancia perduran más. Ahora bien, cada día es mayor el número de niños que come en comedores escolares, por lo que en ellos también se debe vigilar la alimentación.