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La caza, carnes estofadas y quesos muy curados resultan perfectos para ser acompañados por tintos de Reserva y Grandes Reservas.
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Buenos acompañantes de los mariscos pueden ser los cavas y champanes.
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Los vinos dulces como los 'Pedro Ximénez' combinan a la perfección con la repostería.
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Es un almuerzo muy importante y, a pesar de tener bastante claro el menú que vamos a preparar, no sabemos qué vinos son los más adecuados para acompañar tan ricos manjares. Pues bien, lo primero que debe saber es que no existen dogmas absolutos dentro del mundo del vino. La alianza entre caldos y platos debe plantearse con libertad y flexibilidad, entre otras cosas, porque también se ha de tener en cuenta el gusto personal de los invitados. No obstante, sí que existen una serie de reglas que, por norma general, no deben ser infringidas si no queremos cometer una imprudencia. Para evitar esta situación, no pierda de vista las siguientes recomendaciones:
Blancos jóvenes y afrutados: mariscos y pescados crudos, cocidos y en salsa, sopas, cremas, quesos frescos, parrilladas de arroces con pescado, huevos, pastas, fiambres.
Blancos secos: pescados con salsa o azules, ostras, bogavante, langosta, marisco en general y pescados fritos o a la parrilla, sopas, cremas, tortillas, verduras gratinadas, charcutería.
Rosados y claretes: carnes blancas, verduras gratinadas, pasta, arroces, setas, sopas, cremas, aves, tortillas y pimientos.
Tintos ligeros jóvenes y crianzas hasta cuatro años: carnes blancas poco elaboradas, aves de corral, caza ligera, arroces, legumbres estofadas, setas, quesos curados, foie.
Tintos con cuerpo, Reservas y Grandes Reservas: carnes blancas y rojas, caza de pelo, carne de buey, vaca, cordero lechal, estofados, quesos curados y azules, setas, foie.
Cavas y champanes: mariscos, pescados, huevos, quesos frescos y curados, sopas, cremas, pastas, arroces, fiambres, legumbres.
Vinos dulces: este tipo de caldos resultan especialmente indicados para la repostería.
Combinaciones especiales: Los productos más difíciles de combinar son las vinagretas y escabeches, los picantes y las verduras (especialmente las de sabor metálico como alcachofas y espárragos, cuyo mejor maridaje lo encontramos en vinos de fuerte oxidación y crianza como los amontillados y olorosos).
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