Cocina Ext.

Ruta gastronómica por los quesos de Suiza

Disfrute y aprenda a distinguir un producto que ha conquistado al resto de Europa

El queso emmenthal es uno de los favoritos para fundir.
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El queso gruyère se elabora artesanalmente con leche de vaca.


Sólo por ver sus montañas, merece la pena viajar a Suiza. Pero, ¿y si además de disfrutar con la vista, disfruta con el gusto? Tomar un buen trozo de queso emmenthal o gruyère mientras se deleita con el paisaje sería estupendo, ¿verdad? Le contamos las características y el mejor modo de disfrutar de estos quesos con identidad propia.

  • Emmenthal

  • Posiblemente sea el más conocido de los quesos suizos. Es de color amarillo, compacto, de textura dura, aunque no excesivamente, y con grandes agujeros. Se prepara con leche de vaca, entera y semidescremada, en los valles de Emme, en el cantón de Berna. Su sabor es algo ácido y el aroma afrutado. Combina muy bien con ensaladas, pero la forma más común de tomarlo es fundido sobre pan tostado o sobre algún guiso gratinado:

    -Ensalada con queso emmenthal

  • Gruyère

  • Suele confundirse con su compañero de mesa, el emmenthal. La pasta es ligeramente más cremosa, también es amarillo, pero apagado, y sus agujeros son mucho más pequeños, más o menos del tamaño de un guisante. El centro neurálgico de producción de este queso es un pueblo, evidentemente, llamado Gruyères, en el cantón de Friburgo. Al ser más suave, es perfecto para comerlo solo, pero también se utiliza en la elaboración de platos:

    -Galletas de gruyère

  • Sbrinz

  • Es el más duro y compacto de los tres quesos suizos. Su sabor es más bien picante y resulta bastante graso. Por dentro es de color amarillo aún más apagado que el gruyère y la corteza es entre parda y dorada. Aunque es el queso suizo menos conocido, su elaboración es tan antigua, o más, como la del emmenthal y gruyère. Acompañarlo de un buen vino tinto resulta exquisito.