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Existen infinidad de formas de presentar el 'sushi', que suele ir acompañado de una salsa de soja fermentada a la que llaman 'tamari'.
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Hagamos una prueba: ¿qué le viene a la cabeza al escuchar palabras como tanzaku, kombu, miso, o gomsahio? A ver, piense, piense...¿nada? Si no es un apasionado de la cocina japonesa, es normal que no haya identificado ninguno de estos vocablos. O, lo que sería lo peor, le encanta saborear estos exóticos platos pero no es capaz de reconocerlos en una carta. ¿Qué le parece si hacemos un repaso de los puntos esenciales de la gastronomía nipona? Así evitará situaciones incómodas. Por mucho que el refranero español diga que la ignorancia es la abuela del saber, siempre es mejor estar al día.
Para empezar, tiene que quitarse de la cabeza esos falsos mitos de que lo japonés es limitarse a comer pescado crudo. Es una mentira en la que se suele caer, por desgracia. La comida japonesa se caracteriza por los sabores naturales y frescos, a lo que llaman 'kisetsukan', lo que no quiere decir que todo lo que llevan a la mesa termine estando crudo.
La forma y el propio hecho de cocinar es casi un rito. Procuran que cada plato sea claro, ligero, simple y ordenado, una costumbre a la que llaman 'sappari'. Compran los alimentos de temporada para que estén en sus óptimas condiciones. Una forma de actuar consecuentemente con su pasión por lo natural.
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