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Lo más cómodo es optar por platos fríos, aunque si se dispone de accesorios para conservar el calor, también se pueden ofrecer platos calientes.
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¿Quién no se ha planteado más de una vez cómo preparar una comida o una cena en su casa para un elevado número de personas?: ¿sentados?, ¿de pie?, ¿platos fríos?, ¿platos calientes?... Ya en el siglo XVII, por extraño que pueda parecer, los monarcas franceses buscaron una fórmula alternativa al clásico salón en el que se sentaban todos sus invitados y los mayordomos servían a los comensales un único menú elaborado en la cocina de palacio. Bien para salir de la rutina o bien para que las fiestas no fuesen tan formales, estos Reyes comenzaron a ordenar a sus criados que preparasen una gran mesa repleta de deliciosos pastelillos para que las damas y caballeros asistentes a sus fiestas se sirviesen ellos mismos lo que deseasen.
La fórmula gustó, comenzó a extenderse entre la alta sociedad francesa y, hoy, el bufé se organiza en la gran mayoría de actos multitudinarios, pues brinda la oportunidad de dar de comer a mucha gente sin necesidad de disponer de grandes espacios. Otra ventaja para el que lo organiza es que él también puede participar de la comida, ya que todo se tiene que dejar preparado con antelación.
CÓMO ORGANIZARLO
-Preparar un bufé es laborioso, pero no tan complicado como puede parecer en un principio. Primero, deberá decidir si todos los invitados van a poder acomodarse en mesas o, por el contrario, estarán de pie. A pesar de que una de las ventajas de hacer una comida bufé es que no se necesita un sitio amplio para prepararlo, debemos contar, al menos, con un espacio lo suficientemente grande como para disponer una mesa en la que, junto a los alimentos, se puedan acomodar la vajilla, cubertería y cristalería necesarias para todos los comensales.
-Dicen los especialistas que la comida ‘entra por los ojos’, así que es importantísimo que todo esté perfectamente ordenado y decorado para que con un simple vistazo al invitado le apetezca probar, si no todo, casi todo. Frutos secos, flores, velas, candelabros… se deberán elegir los elementos decorativos en función del acto que se celebre, pero hay cientos de posibilidades a la hora de poner color a una bonita mesa.
-La parte más importante del bufé es la gran mesa que, normalmente, se coloca adosada a la pared. Se debe cubrir con uno o varios manteles (depende del tamaño de la mesa) que lleguen hasta el suelo, y una vez preparada, colocar de forma accesible al comensal todo lo que pueda necesitar para servirse (platos de distintos tamaños, cubiertos, servilletas, copas, vasos…).
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