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No pueden faltar los alimentos e ingredientes típicos para las dos comidas.
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Imagínese la escena. Anoche salió a cenar y la reunión se alargó hasta altas horas de la madrugada. Se acostó tarde y prevé que mañana le costará levantarse temprano. Para colmo de males, ha olvidado que al día siguiente tiene invitados. ¿Le suena? Que no cunda el pánico. Una buena solución, y con la que conseguirá quedar estupendamente, es preparar un 'brunch' (del inglés breakfast + lunch). Un desayuno-comida que hace que estos días de vacaciones, en los que uno se levanta más tarde, sean más prácticos y cómodos. Permanezca atento a los consejos que le damos y atrévase con este moderno combinado.
Ideas prácticas
Lo ideal es que el 'brunch' se ofrezca entre las 11 y las 15 horas. No conviene alargarlo demasiado, ya que se puede correr el peligro de que también se junte con la merienda.
En la mesa deben estar los alimentos e ingredientes fundamentales para una comida y un desayuno: sal, pimienta, vinagreras, mermeladas varias, miel y azúcar.
Los platos y cubiertos tienen que estar colocados ya en una mesa amplia, sobre la que colocará un mantel.
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