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Es importante que cada pedacito del pan usado para la 'fondue' de queso tenga una parte de corteza (el queso se adhiere mejor a ésta que a la miga).
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Aunque su origen podemos encontrarlo en las altas montañas suizas, donde el frío del invierno no perdona, lo cierto es que la ‘fondue’ ha conseguido convertirse en uno de los platos más populares, incluso en países donde las temperaturas no son tan extremas. Y es que además de ser una excelente forma de entrar en calor, esta receta presenta también otras ventajas: se trata de un plato sencillo y rápido de preparar (no es necesario organizar casi nada con antelación) y, además, es una magnífica opción para una comida con familiares y amigos: resulta muy agradable y divertido estar todos sentados preparando los alimentos en este fuego de ‘quita y pon’.
TIPOS:
De queso
-Es la ‘fondue’ original, a partir de la cual comenzaron a nacer el resto de variantes. -El caquelon o marmita (que sí es como se llama el recipiente) podrá ser de barro, de cerámica refractaria o de hierro grueso esmaltado. Tiene que ser ancho, no muy profundo y con un mango corto para poder transportarlo cómodamente sin quemarse. (Se puede reemplazar por una cazuelita común de barro, pero las de metal no son aconsejables porque el queso puede quemarse en el fondo.) -Se rellena el recipiente con el queso cortado en láminas. Pueden ser de distintos tipos (emmental, gruyère...) e, incluso, puede pedir que se lo rallen en el mismo comercio. Se mezcla con el vino blanco –la cantidad de vino siempre ha de ser la mitad que la de queso- y se remueve constantemente con la espátula de madera, pero no con movimientos envolventes porque si no, se hará una bola. -Para que dé buenos resultados el precalentamiento debe ser gradual y deben levantar pequeñísimas burbujas pero sin llegar a hervir intensamente. -El pan es el acompañamiento más habitual para la 'fondue' de queso. Éste será blanco y con bastante corteza (el queso se pega mejor a ésta que a la miga). No obstante, el pan se puede sustituir por otros alimentos: patatitas hervidas, salchichas troceadas, verdura (ramitos de coliflor, tomatitos...). -Si la ‘fondue’ queda demasiado ligera, puede añadir una cucharadita más de fécula diluida en un poco de vino. Si, por el contrario, resulta espesa, aligérela con un chorrito de vino templado.
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