Hace apenas unos meses, era una desconocida para muchos, pero más allá del título de 'novia de', que se le adjudicó al hacerse pública su relación con Liam Hemsworth, pero Gabriella Brooks comienza a hacerse un hueco, poco a poco, entre las chicas de moda más solicitadas en la industria. No por nada la veinteañera ha sido imagen de firmas tan reputadas como Burberry, Saint Laurent o Celine. Una de sus alianzas más duraderas, de hecho, ha sido con la casa Chanel, que desde hace varias temporadas cuenta con ella para engalanar sus campañas de belleza y, por supuesto, los front rows de sus presentaciones.
Un estilo atemporal
Este miércoles, en el marco de la inauguración de London Fashion Week, Gabriella Brooks formó parte del selecto grupo de invitadas de Chanel a la fiesta de apertura de Gabrielle Chanel. Fashion Manifesto, una próxima exhibición que tendrá sede en el museo Victoria & Albert de la capital inglesa. Siguiendo al pie de la letra el código de vestimenta, la australiana estrenó una melena bob, un vestido de tweed negro y múltiples collares largos con el logo de la doble 'C', encarnando así el elegante look años 20 de la fundadora de la casa.
Todo al color negro
Es su color predilecto, por la sofisticación que transmite de forma orgánica cuando invade cualquier estilismo. Eso sí, es clave buscar la armonía con prendas muy femeninas y algo más juveniles, como la minifalda o las chaquetas cortas, para no lucir envejecida sino sumamente chic. Otro de sus trucos de experta es llevar la cara 'lavada' para verse más joven, en contraste con la formalidad del look.
Se viste de 'lujo silencioso'
Con sus carísimos bolsos sin logo y básicos realizados con tejidos de máxima calidad, representa una nueva corriente en la moda que se opone a la opulencia de la logomanía, los estampados llamativos o cualquier otro detalle que tenga como único objetivo presumir explícitamente del dinero que te has gastado. El vestidor de la modelo australiana guarda ciertas similitudes con los de Sofia Richie o Meghan Markle, entre otras expertas en moda que se han convertido en referentes del llamado 'lujo silencioso'.
Básicos que son toda una inversión
El armario de Gabriella Brooks puede ser una guía perfecta de compras para que (finalmente) construyas un armario cápsula del que te sientas orgullosa. Invierte en esas prendas que vayas a reciclar mil veces, como unos vaqueros anchos de tiro alto en denim natural, tops o camisetas de tonos neutros, americanas lisas, gafas de sol que se adapten a tu rostro y bolsos de piel confeccionados por expertos artesanos. Prometemos que esta inversión es de las más fáciles de amortizar.
Un verano 'minimal'
Por definición, la temporada estival es una de muchísimo color y estampados vibrantes, ya sean de flores o psicodélicos, pero Gabriella prefiere mantenerse en la gama cromática más sobria, esa que nunca falla ni pasa de moda. Sus looks de bikini estilo años 90 para estar junto a la piscina son pura elegancia y los remata con complementos de su firma de cabecera, Celine.
'Menos es más' sobre la red carpet
Si bien su carrera como actriz aún está en ciernes, la modelo australiana debutó sobre la alfombra roja del Festival de Cine de Venecia en 2019, concretamente en el estreno de Ad Astra, y lo hizo con un diseño de lo más clásico, de profundo escote en picado y abertura central en la falda y realizado en un sedoso tejido negro. Sin apenas joyas y utilizando solo complementos en negro, Gabriella demuestra que a veces menos, sin duda, puede ser más.
Su debut como pareja de Liam Hemsworth
Comenzaron a salir en 2019, pero no hicieron pública la relación ante los focos sino hasta noviembre de 2022, cuando acudieron juntos (y vestidos de Prada) al estreno de Poker Face. Allí, la modelo dejó clara la importancia de dar una buena primera impresión y nos deslumbró con este sencillo diseño de punto plisado en dorado, que conjuntó con salones metalizados. En línea con su estilo, llevó el pelo recogido en un moño alto, a la manera de Audrey Hepburn.
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Su silueta favorita para looks de invitada
Cuando Gabriella tiene que vestir de largo, su primer instinto la lleva al color negro o a los tejidos metalizados. Pero lo que se mantiene en cada oportunidad es su idilio con los cortes fluidos, ligeramente ceñidos al abdomen, pero de falda más amplia. En esta cena de Tiffany & Co, se aferró al azul característico de la firma joyera, aunque en su versión más brillante, lució la melena suelta y el rostro sin apenas maquillaje.
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Animal print en dosis controladas
Como hemos podido ver, Gabriella no suele arriesgar con volúmenes ni estampados estridentes, pero sí que sabe incorporar algunos detalles más vistosos sin que estos capten toda la atención. Por ejemplo, se atrevió con el polémico patrón de leopardo solo gracias a este vestidito de gasa con escote asimétrico, a caballo entre lo romántico y lo sexy. Como complementos, optó por un bolso de hombro en piel blanca con cadena dorada y gafas de sol, ambas piezas de la línea Triomphe de Celine.
Maquillaje natural
Del mismo modo que se preocupa por no sobrecargar sus estilismos, la modelo apunta siempre a los acabados naturales cuando se maquilla por las mañanas. Con sus cejas definidas y perfectamente peinadas, añade solo un toque de colorete, pintalabios rosa pálido y una capa de máscara de pestañas, en línea con la tendencia de la belleza clean que triunfa desde el boom de la cosmética coreana.
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Su lado más roquero
Hay veces en las que Gabriella quiere salirse de su registro habitual y dejar de lado el clasicismo que la representa, consigue el equilibrio perfecto, como con este lookazo de Louis Vuitton. Su vestido corto fusiona la dureza del cuero con la delicadeza del encaje e incluso deja ver su sujetador, pero sin rozar la vulgaridad, y completó el look con salones clásicos de puntera metálica. Pintó sus ojos como casi nunca la vemos, con un efecto smokey eye, y los labios de un tono rojo brillante.