Aprovechando que vamos a pasar más tiempo en casa del que acostumbramos, es un buen momento para ponernos al día con las series que más éxito están teniendo en Netflix, HBO, Movistar Plus, Amazon Prime Video... La tercera temporada de Élite, que acaba de estrenarse, ha sido la última en incorporarse a la extensísima lista de ficciones con las que, no solo disfrutamos de las tramas, sino también nos ponemos al día de las corrientes estilísticas que arrasan fuera de la pantalla. Y es que, el vestuario de los protagonistas influye en la industria textil mucho más de lo que nos imaginamos, y no solo hablamos de las que están ambientadas en el siglo XXI, sino también las de los años 30, 40 o la década de los 80, porque ya se ha demostrado que las tendencias, si de algo saben, es de ser cíclicas.
Inspiración preppy
Élite nos ha enseñado muchas cosas -entre ellas que la lealtad y la sinceridad pueden cambiar el rumbo de tu vida-, pero sin duda alguna, si hay algo que a los alumnos de Las Encinas se les da divinamente es llevar el uniforme del instituto de la manera más glamurosa que existe. Un estilo preppy que ha salido de las aulas de los colegios para instalarse en el street style. ¿Quién nos iba a decir hace unos años que terminaríamos llevando estas prendas fuera del recinto escolar? Pues ahora no solo nos encanta su estilo clásico, sobrio y femenino, sino que además apostar por ellas siempre será un acierto seguro. La esencia college está más presente que nunca en nuestros armarios gracias a personajes como Lucrecia Montesinos o la gran Blair Waldorf, que nos recomiendan llevarla en versión total look.
Falda mini con bolsillos delanteros y detalle de pinzas en espalda, de Zara (25,95 euros).
Con las Chicas del cable hemos sido conscientes de las barreras tan marcadas que existían en los años 30 entre lo femenino y lo masculino. Por una parte, Lidia Aguilar, con un estilo totalmente refinado y delicado donde los vestidos y faldas midi conforman sus prendas más repetidas y, por otra, la pareja de Sara Millán y Carlota Rodríguez, con looks de estética masculina en las que las camisas blancas, los pantalones de pinzas de talle alto y los trajes de chaqueta definen sus fuertes personalidades tan poco comunes en esa época.
Detalles masculinos
Ahora, la industria textil ha roto con las barreras del género y las expertas en moda son especialistas en fusionar los dos estilos, combinando camisas con lazos en el cuello, con mini faldas y botas militares, como es el caso de Bruna Marquezine.
Camisa blanca de algodón abotonada con detalle lazo, de Prada (590 euros).
Aunque el vestuario de Sex Education podría salir perfectamente de los armarios de los 70, la realidad es que está ambientada en la actualidad. Las prendas con aire vintage son las protagonistas de la mayoría de estilismos, clásicos que, al fin y al cabo, nunca pasan de moda. Y, pese a que cada personaje posee un estilo propio muy marcado, el de Maece sea quizás el más llamativo. Independiente, libre y feminista, así se define Emma Mackey en su papel, una personalidad que se refleja claramente en sus looks, donde el estilo punk, el gótico y el color negro por excelencia contrastan con su cabello rubio y rosado.
Estilo cañero
Si hay una prenda que destaque por encima del resto, esa es la chaqueta de cuero, una pieza que por muchas tendencias que nazcan, nunca dejará de ser un básico insustituible.
Cazadora negra efecto piel con flecos, de Bershka (35,99 euros).
La gama cromática más vibrante la hemos visto en Stranger Things. Claro, que el hecho de que esté ambientada en los años 80 también influye, ya que fue una década donde las combinaciones de colores imposibles eran las protagonistas de los estilismos.
Explosión de color
Jerséis de rayas, camisas de cuadros grandes, vestidos con motivos y gráficos étnicos multicolor o chaquetas denim son algunas de las prendas que conforman el vestuario de la serie, tendencias que solo nos hace falta mirar el street style de las Semanas de la Moda internacionales para darnos cuenta de que siguen más presentes que nunca en nuestros estilismos.
Minifalda de seda estampada con cierra de broches, de Versace (990 euros).
Podría decirse que los abrigos hasta las rodillas, los pantalones tobilleros, las chaquetas de esmoquin, las camisas de cuello mao, las botas acordonadas, los estampados de pata de gallo y príncipe de Gales, los trajes de tres piezas y los vestidos satinados conforman el sello de identidad de Peaky Blinders. La familia de gangsters británicos no solo ha enamorado al público con su espectacular trama, sino también por su vestuario, donde también hay cabida para las mujeres y los vestidos lenceros.
Sastrería sobre un vestido lencero
Más de 80 años después, las pasarelas han recuperado parte de este espíritu para crear sus propuestas más actuales. Los diseños bien cortados, los tejidos de buena calidad o las prendas atemporales poco a poco se van imponiendo en la moda actual, con un compañero inesperado: el slip dress.
Vestido en satén fluido con escote drapeado y espalda al descubierto, de H&M (49,90 euros).