El feísmo como tendencia lleva ya varios años arraigada en el armario de modelos, estilistas y prescriptoras, pero también en los de muchas anónimas del mundo que sucumbieron, hace ya un lustro, a las omnipresentes sandalias ugly. Esos modelos de suela ancha, colores complicados y detalles que distanciaban mucho de los zapatos que hasta entonces inundaban los escaparates. Después de estas sandalias de apariencia ortopédica pero con vocación de hit de estilo llegaron las zapatillas chunky, un éxito que después de varias temporadas todavía no ha encontrado rival y que en firmas como Roger Vivier (con sus Viv'Run) demuestran que pueden ser tan sofisticadas como el stiletto más elevado.
Tomando el testigo de estos accesorios y siempre con la comodidad como premisa, esta primavera/verano hay una tendencia en calzado que promete contentar tanto a las amantes de las zapatillas y a las seguidoras de las sandalias en los días de calor como a quienes buscan una pieza de tendencia a la que sucumbir. Además de resultar más prácticas que las alternativas de tacón, ayudan a estilizar la pierna ya que en muchos casos tienen la zona del empeine descubierta o sujeta con tiras discretas.