¿Qué colores deberíamos incluir en nuestro armario para ser más felices?

En el año 2013 Naciones Unidas llegó a un acuerdo para celebrar el Día Internacional de la Felicidad, destacando la importancia que su presencia (o ausencia) puede tener en nuestras vidas. Ser feliz es el objetivo primordial en la vida de la mayoría de las personas y los estudios, trucos y consejos al respecto se multiplican cuando se acerca esta fecha. Desde leer 30 páginas al día como propone la actriz Emma Roberts, hasta dedicarse a la repostería casera para desconectar de la rutina o algo tan sencillo como ayudar a los demás son algunas de las maneras que nos prometen aumentar nuestra felicidad.

Pero hay otra forma, muy directa y fácil de llevar a la práctica, que puede también repercutir en nuestro estado de ánimo de manera positiva: nuestro vestuario. Y, más concretamente, los colores que componen nuestro estilismo desde el punto de vista de la psicología del color,  "disciplina que se está desarrollando de forma muy rápida en los últimos años, y que trata fundamentalmente de analizar como reacciona el cerebro humano ante la percepción de los colores", explica Gerardo Castaño Recuero, profesional de Nuestro Psicólogo en Madrid, centro recientemente premiado con la Medalla de Oro Europea por Mérito al Trabajo.

Amarillo

Si hay un color que vinculamos con la alegría es el amarillo. Tradicionalmente, este tono se ha relacionado con el optimismo y la energía. El hecho de que no forme parte de nuestro armario durante los días de frío y lluvia puede deberse a que nuestro estado de ánimo en esos días grises busca colores más neutros y, por otro lado, típicamente invernales. 

Azul

Tal y como señala Castaño Recuero, "nadie pone en duda que los colores ejercen una influencia muy significativa sobre las emociones y la conducta humana". Si en tu armario se repiten las prendas en tonos azules, es posible que tengas un carácter calmado pero una gran fuerza interior. Si no hay ni rastro de esta opción cromática en tus looks, siempre puedes comprobar si la psicología del color realmente acierta, incorporando este tono a tu vestidor para ver si mejora tu estado de ánimo. 

Verde

"La psicóloga Eva Heller estudió mucho el campo del color y publicó en 2004 un libro muy interesante: Psicología del color: Cómo influyen los colores sobre los sentimientos y la razón, donde se explica que los colores actúan sobre nuestro cerebro y estimulan diferentes zonas neuronales lo que se traduce en emociones y comportamientos específicos para cada color. Estos conocimientos abren todo un campo de investigación para la psicoterapia cromática", apunta el experto. En esta línea, apostando por el verde en nuestros estilismos, nos sentiremos en paz, tranquilos y con optimismo. 

Violeta

Otra de las tonalidades que aumentará nuestras dosis de felicidad es el violeta intenso (o ultravioleta como lo bautizaron desde Pantone), relacionado con la creatividad, la sabiduría y la imaginación. Inclúyelo en trajes primaverales al estilo Victoria Beckham o de forma más sutil en accesorios de clave minimalista. 

Rojo

Otra de las virtudes de los colores, además de su poder para determinar en cierto punto nuestro ánimo, son su capacidad para transformar cualquier estilismo. El rojo, asociado a la pasión, al entusiasmo y a la energía podrá elevar con un mínimo detalle el conjunto más liso y básico.

Blanco

"De forma análoga podemos decir que con los colores ocurre como con la música. Cuando estamos depresivos nos mimetizamos con el ambiente escuchando una música triste", indica Gerardo Castaño y en el caso cromático, recurriremos a tonos neutros y apagados que nos aporten tranquilidad y equilibrio, como el color blanco. 

Tonos pastel

Los colores pastel se han convertido en los favoritos de las más fotografiadas del street style que han encontrado en esta alternativa cromática la forma perfecta de aportar un aire femenino y romántico a sus looks. En la psicología del color, estos tonos (que son el resultado de añadir blanco a su equivalente más saturado) se identifican con la calma y la relajación, dos elementos que nos pueden ayudar en nuestra búsqueda de la felicidad. 

Negro

En el extremo opuesto de los colores alegres encontramos el negro, curiosamente uno de los tonos más elegantes, sofisticados y queridos por los amantes de la moda. Pero ¿si nos apetece llevar este tono es porque estamos tristes?. El experto en psicología Castaño Recuero nos lo aclara: "Podemos decir que el vestir de negro es un reflejo de las emociones y la forma de pensar del sujeto. En una mujer de negocios puede denotar seriedad, elegancia, formalidad o distinción".