Una camiseta blanca y un tejano. Seguro que en toda mente fashionista aparece está alianza cuando surge la duda de qué ponerse: para eleborar un look rápido de trabajo o para una tarde de compras.
La camiseta blanca, esa pieza básica que usas como comodín y que está cuando más la necesitas. Su valor se mide por la fuerza camaleónica que puede aportar a un look que, a priori, puede resultar aburrido.
¿El resto de piezas del puzzle? Entran en juego según el resultado que quieras conseguir. El objetivo: potenciar su sofisticación dando sentido a eso que denominamos ser cool.