Desayuno con diamantes (1961)
Una joven extravagante neuyorquina, un tanto neurótica, que suele fijarse solo en hombres millonarios se encapricha de su nuevo vecino. Un escritor, que mientras espera que el éxito venga a llamarle a su puerta, vive de una mujer madura. Ambos se dan cuenta de que buscan lo mismo: aprovecharse de los demás. De ahí esta mítica conversación: "Si tuviera dinero me casaría contigo. ¿Tú harías lo mismo?" "Sí" "Suerte que ninguno de los dos es rico"