Somos conscientes de que las continuas bodas que tenemos agendadas requieren una gran inversión, sobre todo en cuanto a looks de invitadas, independientemente de la época del año que sea. ¿Eres de las que está cansada de estrenar continuamente un vestido y dejarlo abandonado en el armario?
Si es así, bienvenida, porque has llegado al lugar correcto para aprender cómo darle una segunda, tercera e incluso cuarta vida a tus conjuntos de invitada, y lo más importante: ¡ahorrar dinero! Por eso, como grandes expertas en materia, te traemos los maravillosos y sencillos trucos que ponemos a prueba las redactoras en estos casos y que seguro que te ayudarán a reciclar ese diseño tan especial que luciste tiempo atrás, ¡aunque de forma diferente!

Invertir en básicos de invitada, Cristina González
Cada vez que tengo que buscar un conjunto para una boda, siempre me hago la misma pregunta antes de comprar nada: "¿Te lo volverás a poner?" Ya sea un vestido, un mono o un traje, hace tiempo que dejé a un lado aquellos diseños vistosos más complicados de reutilizar. Por eso me gusta aprovechar las rebajas de invitada para invertir en piezas que puedan encajar tanto en las bodas que tengo este verano como en otras ocasiones después. Nada como un vestido satinado liso, una blusa estampada especial o un dos piezas de lino para triunfar, agregando simplemente los accesorios adecuados. El 'menos es más' suele ser aquí mi filosofía.

Reutilizar las mejores sandalias, Amaia León
Tengo tres modelos de tacón fino, súper elegantes y bastante sencillos que, gracias a su diseño y sus colores (negro, nude y dorado) combinan con todos los vestidos de invitada. Sé que hay chicas que prefieren zapatos especiales, pero si de verdad quieres sacarles mucho partido, lo mejor es que sean básicos y de calidad, ya sean de firmas de lujo o artesanales.

Lograr que los vestidos estén como el primer día, María Palma
Medir menos de 1,60 metros me ha llevado a aprender diversos trucos de moda para poder lucir bien la ropa, y en términos de bodas el más importante que seguro que ayudará a más de una es: cómo no destrozar el bajo del vestido. No me refiero durante las primeras horas cuando estoy subida sobre mis tacones, sino cuando da comienzo la fiesta y los pies me duelen tanto que termino cambiándome de zapatos a unos más bajitos, ¡e incluso planos! Lo que siempre llevo en el bolso son varios imperdibles de diferentes tamaños para poder recoger la falda y doblarla (¡siempre y cuando no perjudique el tejido!) y conseguir así que no roce el suelo continuamente y poder seguir luciéndolo en las próximas celebraciones.

Transformar las prendas, Mariana Torres
Podemos darle un giro de estilo a nuestra ropa a través de los accesorios, jugando con broches especiales, agregando un cinturón de pedrería o collares llamativos. Pero también es posible darle un aspecto diferente transformándola con aguja, tijeras e hilos: por ejemplo, cortando el bajo de un vestido o una falda larga a la que no le demos mucho uso, transformándolo así en un diseño midi ideal.

Apostar por el alquiler para las grandes ocasiones, Paula Callejo
En las citas especiales, como bodas de amigos y familiares, me gusta siempre llevar vestidos especiales que marquen la diferencia, y la realidad es que, por mucho que me lo proponga, odio repetir looks que ya me hayan visto. Hasta hace unos años, creía que estrenar en cada una de mis citas señaladas era no solo totalmente insostenible, sino también imposible por cuestiones económicas. Sin embargo, desde que surgieron plataformas como Borow o Lend The Label, es raro que me compre un look de invitada, ya que prácticamente todos los alquilo. Así puedo, además, lucir diseños de firmas a las que de otra manera me resultaría imposible acceder.

Utilizar los bolsos de mi madre o mis amigas, Cristina González
Tengo que admitir que, en mi caso, el bolso es un elemento al que no le doy tanta importancia en mis looks de invitada. Siempre lo llevo por motivos prácticos y soy muy consciente de lo mucho que puede ayudar a completar un estilismo, pero si lo analizo fríamente, se trata de un accesorio del que me suelo desprender en las bodas para dejarlo en la mesa y bailar más cómoda toda la noche. Y aunque me encantan los diseños de fiesta, soy consciente de que no les voy a dar tanto uso como podría hacerlo con un tote bag para el día a día. Por eso siempre hago una excursión al armario de mi madre, al de mi hermana o al de mis amigas para que me presten uno: los intercambiamos prácticamente cada año, así "estrenamos" y a la vez le damos una nueva oportunidad a estos modelos.

No renunciar a vestidos con escotes asimétricos, María Palma
Soy de las que rechaza a la primera de cambio cualquier prenda con la que no pueda llevar sujetador, y después de comprarla, la abandono en el vestidor. Son muchas las veces en las que me he arrepentido de dejar ese vestido a un lado y optar por otros básicos que no me gustan demasiado, ¡hasta ahora! Después de aciertos y errores, por fin he encontrado no una, sino varias soluciones que me han facilitado llevar esta prenda lencera sin que me condicione a la hora de elegir look y escote. Seguramente sabrás que hay sujetadores que puedes anudar bajo la tripa y dejar así la espalda totalmente al aire, pero si no te funciona, te aconsejo que optes por probar las tiras adhesivas para conseguir mayor sujeción y seguridad, ¡me han salvado en más de una ocasión! Así que ahora podré reutilizar aquellos diseños que compré tiempo atrás y darle una nueva vida.

Prestarme ropa con mis amigas, Amaia León
Suelo tener bastantes bodas al año, y si quiero comprarme un look para cada una, termino por sumar un gran presupuesto... Como mis amigas están en la misma situación de muchísimas celebraciones (será por la edad...), lo que hacemos es dejarnos vestidos y trajes las unas a las otras. Así siempre vas guapa y diferente, y te sientes de estreno, pero sin tener que gastar cada vez.