Galicia se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos más atractivos para las amantes de la moda y la cultura, especialmente si hablamos de La Coruña. La influencia de Inditex, con su centro de operaciones en el municipio de Arteixo, ha posicionado esta región hacia un escenario internacional, atrayendo a un gran número de profesionales del sector fashion de todo el mundo, desde diseñadores hasta fotógrafos.
Y este fin de semana ha sido Isabelle Junot quien no ha querido perder la oportunidad de dejarse caer por tierras gallegas junto a dos de sus amigas. Lo ha hecho para asistir a la exposición Centennial del fotógrafo estadounidense Irving Penn, que se inauguró en noviembre y estará disponible hasta el 1 de mayo en el centro de exposiciones de la Fundación Marta Ortega Pérez (Fundación MOP).
Casi como un guiño a las icónicas fotografías en blanco y negro del artista, la marquesa de Cubas ha confiado también en el tono más oscuro de la paleta para formar el conjunto que ha escogido para asistir a esta cita. Una sofisticada combinación que puede inspirar a las invitadas tanto en eventos de día como de noche.
La hija de Philippe Junot, primer marido de Carolina de Mónaco, se ha decantado por un pantalón palazzo de traje con marcadas pinzas y cintura alta, que ha acompañado con una de las chaquetas que este 2025 definen el power dressing. Hablamos de su americana de grandes hombreras estructuradas, una elegante creación abotonada que consigue un 'efecto de postura erguida' gracias a sus líneas tan rectas. Un modelo que además se entalla al cuerpo, dando esa forma de reloj de arena tan favorecedora.
La pasarela lo ha dejado muy claro: este es el año del triunfo de la moda sartorial. Una larga lista de firmas se han propuesto recuperar estos cortes inspirados en la década de los ochenta, desde las casas de costura francesas, pasando por el made in Spain, como comprobamos en la última 080 Barcelona Fashion. Predominan especialmente las grandes hombreras en sus chaquetas. Ya no son sutiles, sino que abrazan ese maximalismo propio de la filosofía de sellos como Schiaparelli.