Alexandra de Hannover lo ha vuelto a hacer. A principios del mes de marzo, hablamos acerca de cómo la hija menor de Carolina de Mónaco había dado un paso más para revelar su faceta más sofisticada. Ocurrió en el marco de la Semana de la Moda de Milán, cuando la nieta de Grace Kelly acaparó todos los flashes con un estilismo marcado por camisa blanca y falda de efecto cuero, dos básicos de fondo de armario que fueron sumados a una lista de objetos preciados encabezada, desde ahora, por el sofisticado vestido que ha incorporado recientemente. La joven de 25 años, hace apenas unas horas, se ha convertido en la absoluta protagonista de una exclusiva fiesta, ocasión para la que ha escogido un diseño con guiño a su hermana Carlota Casiraghi.
Si estás tratando de hallar una creación que aúna elegancia y atemporalidad para lucir en calidad de invitada (en veladas nocturnas) a lo largo de los próximos meses, te recomendamos analizar la exquisita propuesta con la que nos ha cautivado Alexandra de Hannover. Nos referimos a una glamurosa confección lograda a partir de dos piezas.
En primer lugar, un vestido de escote de palabra de honor con busto ceñido y falda larga y recta. Y en segundo lugar, una malla, situada en la parte superior de la prenda, de cuello a la caja y repleta de pedrería. Este detalle crea un corte bajo el pecho, una silueta que se conoce como "imperial".
Esta línea de cintura elevada, además de estilizar la figura al máximo, nos recuerda a una de las últimas revelaciones de Carlota Casiraghi. ¿Quién podría olvidar la elaboración por la que se decantó la hija de Stéfano Casiraghi para acudir al evento organizado por el Louvre con motivo de su exposición Louvre Couture: objets d’art, objets de mode? Un vestido también blanco que destacó debido a la característica mencionada. ¡Un recurso inequívoco para realzar la silueta a la vez que ganamos en comodidad!
Alexandra de Hannover tampoco ha decepcionado con la elección de los complementos para culminar el estilismo como merece. La princesa ha optado por sumar un clutch bicolor de doble círculo con cierre metálico y un calzado negro con cintas en empeine y puntera afilada. En el terreno de la joyería, ha encontrado el equilibrio idóneo entre maximalismo y delicadeza, con el original reloj Reflection, de grandes dimensiones, de cuarzo, oro blanco y diamantes y unos sutiles pendientes de botón, ambos lanzamientos bajo la firma de Cartier.