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Competía con grandes como Adrien Broody y, esta vez, no ha podido ser. Con solo 29 años, Timothée Chalamet ha estado a punto de llevarse la estatuilla dorada a Mejor actor en los premios Oscar 2025 por su interpretación de Bob Dylan en A Complete Unknown, pero finalmente ha sido el protagonista de The Brutalist quien se ha alzado con el reconocimiento. Sin embargo, el francoestadounidense estaba dispuesto a triunfar, tal y como ha demostrado con su elección estilística: para asistir a la gala, ha escogido un traje que desafiaba la suerte con su amarillo chillón, el color "maldito" de Hollywood.
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En la gran noche del cine, los looks de los asistentes son (casi) tan noticiables como los galardones. Por la alfombra roja del icónico Dolby Theatre, hemos visto a Penélope Cruz vestida de novia de Alta Costura, a Ana de Armas reinventar el vestido Old Hollywood con un escote repleto de pedrería, y a Ariana Grande convertida, una vez más, en la princesa Glinda de Wicked. Pero, de un tiempo a esta parte, también ellos marcan moda en estas ocasiones, abanderados por un joven talento que, igual que las actrices, ha hecho del method dressing su mejor secreto para colarse en los rankings de estilo y en todas las noticias. Timothée Chalamet utiliza la moda para promocionar sus trabajos... y también para transmmitir mensajes como el que ha lanzado esta noche.
¿Por qué el amarillo es un color maldito?
Totalmente vestido de amarillo, tanto en el traje como para la camisa, Timothée ha llegado al teatro desafiando a la suerte. Y es que este color se considera "maldito" en el mundo del teatro desde 1673, cuando Molière falleció sobre las tablas mientras interpretaba, vestido de amarillo, El enfermo imaginario. En realidad, el dramaturgo francés ya estaba enfermo de tuberculosis y no murió actuando, sino a los días, pero parece ser que, durante la obra, tosió, esto reventó una vena y la sangre manchó su ropa. De ahí el origen de una superstición que Chalamet ha tratado de retar... pero no ha podido.
El protagonista de A Complete Unknown, que hace unos días se llevaba a casa el premios SAG a mejor actor, no ha sido el elegido en esta ocasión. Si bien, según la psicología del color, el color amarillo representa energía y optimismo, también se le asocia con la arrogancia y la mentira. Y esta última nunca puede ir vinculada al trabajo de un intérprete, donde lo que se busca es transmitir "verdad". Y los expertos no han debido verla, o no al menos no la suficiente, en su versión de Bob Dylan.
A pesar de que estaba muy elegante y original con este traje diseñado por Sarah Burton para Givenchy, esta no ha sido su noche y Adrien Broody le ha arrebatado la deseada estatuilla dorada.
Su segundo look en los premios Oscar: tras la derrota, un traje 'clásico'
Después de la gala y con todos los premios ya entregados, Timothée Chalameta ha llegado a la after party más famosa, la organizada por Vanity Fair, con un look muy diferente. El actor ha dejado (un poco) la ireeverencia estilística de lado y ha cambiado su traje amarillo por un esmoquin, a priori, clásico. Sin embargo, aunque el segundo diseño es en el sobrio negro, cuenta con detalles innovadores, como el tejido de la chaqueta salpicado de lunares en contraste, o la silueta del pantalón, más ancha de lo que es habitual.
También su forma de lucirlo ha sido rompedora. Timothée ha cambiado la pajarita con la que se suelen acompañar estos looks por una cadena plateada. La podíamos ver a través de su camisa abierta, que ha llevado con el cuello elevado y dejando a la vista la camiseta interior. No le ha hecho falta más para convertirse en uno de los más guapos de esta fiesta post-Oscar, donde, a pesar de la derrota, ha posado sonriente junto a su novia, Kylie Jenner.
