La suya ha sido sin duda una de las sorpresas de la 97ª edición de los Premios Oscar, que se han celebrado este domingo en el Dolby Theatre de Los Ángeles. La velada ha arrancado con una esperada alfombra roja por la que las nominadas e invitadas han desfilado luciendo sus espectaculares creaciones. Una noche repleta de anécdotas tanto fuera como dentro del escenario, entre las que ha destacado especialmente el nombre de Mikey Madison. La actriz, que estaba nominada junto a Demi Moore o Karla Sofía Gascón en la categoría de mejor actriz, se ha alzado con la ansiada estatuilla, la primera en su corta carrera.
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En enero adelantábamos que la intérprete de 25 años sería una de las artistas emergentes marcarían el 2025 y el tiempo no se ha equivocado en demostrarlo. La joven es la protagonista de Anora, donde da vida a una trabajadora sexual de Brooklyn que vive una inusual historia de amor con el hijo de un oligarca ruso. Un papel que se ha preparado a conciencia y que le ha otorgado su primer Oscar.
Durante la promoción de la cinta, ganadora de cinco galardones incluido el de mejor película, Mikey Madison nos ha deleitado con un repertorio de fabulosos looks, entre los que ha incorporado diseños vintage. Pero el plato fuerte se lo guardaba para la noche más importante del cine, con una creación inspirada en la época dorada del cine que perfectamente podrían haber lucido Grace Kelly o Audrey Hepburn en su momento.
Posaba en la red carpet con un vestido bicolor de escote palabra de honor, una pieza de silueta columna que contaba con un romántico lazo en la parte superior. En negro y rosa, se trataba de una delicada creación que destacaba por la amplia cola satinada que nacía de la cintura.
La estadounidense lo acompañaba con unos salones negros de tacón de Manolo Blahnik y joyas de archivo de Tiffany & Co, firma de la que es embajadora. Lucía un espectacular collar de platino-iridio con diamantes, que la firma ha fechado entre 1909-1919. Una brillante pieza de principios del siglo XX, que completaba con un brazalete de 17 quilates, un anillo de diamantes y otro con una turmalina rosa.
Un vestido que nos hace viajar al glamuroso París de 1956
Ha sido Jamie Mizrahi, la estilista de Mikey Madison, quien ha dado algunos detalles de su vestido, creado en exclusiva para ella y firmado por Dior. Un diseño inspirado en una de las colecciones más icónicas de la moda, aquella que el genio francés bautizó como Bal à Paris, de su línea Primavera/Verano 1956, donde mostraba su fascinación por los bailes de gala y los eventos de alta sociedad de la época.