Tras casi siete años alejada de las redes sociales, la duquesa de Sussex decidió comenzar el 2025 regresando a ellas. Las cerró en 2018 sin previo aviso cuando estaba comprometida con el príncipe Harry, antes de su mediática boda y de toda la polémica que vendría después, que terminaría con la desvinculación del matrimonio de la familia real británica. Asentados en la actualidad en California, Meghan Markle comparte ahora pequeños momentos de su vida. Este martes, tras un mes de ausencia en Instagram, publicaba un vídeo que ha captado la atención de sus seguidores no solo por la historia que cuenta, sino por el curioso detalle de la sudadera que luce.
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Explicaba que hace unas semanas fue a visitar Altadena junto a su marido, una de las zonas afectadas por los incendios de Los Ángeles. Allí conoció a una familia cuya casa había quedado reducida a cenizas. La madre le explicó que, intentando recuperar los objetos personales, su hija había estado buscando lo que más echaba de menos: una camiseta del concierto de Billie Eilish al que había asistido. Meghan se comprometió a intentar conseguirle otra, y tras ponerse en contacto con la cantante de Bad guy, ha logrado que esta le envíe varias firmadas.
En el vídeo, la royal aparece luciendo un conjunto formado por dos básicos que forman muy a menudo parte de sus elecciones. Unos vaqueros rectos en azul oscuro de denim efecto desgastado y una sudadera negra de manga larga. Y aunque esta última podría parecer un diseño bastante común, en realidad contaba con un detalle especial bordado en el cuello: los nombres de sus dos hijos, Archie y Lilibet, que se podían leer en letras blancas.
De cinco y tres años respectivamente, los pequeños han nacido alejados de los focos, una férrea decisión que tanto Meghan como Harry tomaron desde el principio. Y ahora que la intérprete ha regresado a las redes, cuando comparte algo relacionado con ellos, siempre intenta que no aparezcan sus rostros.
Además del bonito gesto plasmado con hilo en esta sudadera, también ha sorprendido su procedencia, pues no pertenece a ningún sello de renombre. Se trata de una creación de un pequeño negocio de Chicago llamado Club Chainstitch. Una modesta tienda fundada por una joven emprendedora que realiza los diseños desde el taller que ha creado en su casa.
Lo hace bordando con una máquina de coser de 1920, lo que hace su trabajo bastante inusual: "El bordado en punto de cadeneta es diferente al moderno a máquina, porque no se utilizan ordenadores ni diseños programados. Las puntadas se guían a mano, lo que otorga a cada pieza ese toque de la vieja escuela, con un aire dibujado a mano", explica.
El modelo que luce Meghan tiene un precio de 73 dólares, está confeccionado en algodón peinado y se puede personalizar tanto con letras como con símbolos.
No es la primera ocasión en la que la protagonista de Suits utiliza la moda para hacer un guiño a su familia. A lo largo de los últimos años también la hemos visto lucir joyas muy significativas. Una de las más recordadas fue aquella fina cadena de oro con la que apareció en 2016, cuando todavía no era público su romance con el príncipe, en la que se podía apreciar las iniciales de ambos: 'H' y 'M'.
También en 2019 estrenó en Wimbledon un colgante parecido con la letra 'A' en honor a su hijo Archie, al que había dado a luz hacía solo unas semanas.