Kate Moss sigue sumando éxitos a su eterno currículum. A sus 51 años recién cumplidos -los celebraba el pasado 17 de enero-, la estrella británica ha sido elegida para protagonizar la campaña Primavera/verano 2025 de Elisabetta Franchi. La supermodelo ha sido inmortalizada por los fotógrafos Luigi & Iango y el resultado son unas imágenes en blanco y negro que reflejan tanto la elegancia atemporal, la seducción y la cautivadora feminidad que constituyen el ADN de la firma como el espíritu rebelde y decidido con el que la británica ha redefinido los códigos de la industria de la moda desde que fue descubierta por el público en la década de los 90.
"Kate Moss, icono de estilo y musa de la campaña Primavera/verano 2025, simboliza un equilibrio único de sensualidad y fuerza, refinamiento y audacidad. La colección explora la energía de los contrastes: blanco y negro, luces y sombras, que se mezclan para narrar la complejidad del mundo femenino, con Kate haciéndose eco a la perfección de esta tensión entre opuestos", afirma Elisabetta Franchi sobre su fichaje.
Kate Moss, icono de estilo eterno
Kate Moss continúa siendo ese icono de estilo boho glam punk que conocimos en los años 90. Con la llegada de la década, el mundo quedó rendido a los pies de supermodelos poderosas y liberadas como Cindy Crawford o Linda Evangelista. Sin embargo, poco después, se dio la bienvenida a una nueva generación de modelos, entre las que se encontraba Moss, quienes terminarían perfilándose como fieles embajadoras de la corriente grunge. Una estética que, aunque nació en los 80 con el renacimiento del rock en Seattle, no se popularizó hasta los 90, siendo entendida como una mezcla de varios géneros musicales: del gótico al punk, pasando por el folk rock.
Una mezcla romántica de hippie y punk que sigue estando presente, a día de hoy, en los retratos que ha liderado, recientemente, Kate Moss. La top cautivó con un estilo de lo más propio, apariencia que construyó al fusionar las líneas sencillas y las transparencias del movimiento minimalista con las camisetas vintage –con o sin aires boho–, los jeans y un eyeliner efecto rock and roll que no ha dejado de defender.
Una energía magnética lograda, principalmente, a través de un smokey eye que se erigió como uno de sus sellos de identidad más absolutos. Un makeup intenso que revolucionó el asfalto por ser idóneo para potenciar la mirada. Se convirtió, a partir de mediados de los 90, en la opción perfecta para propuestas de noche: sensual, glamurosa y muy poderosa, con un toque rockero y transgresor, estética alternativa que se ha querido plasmar en el nuevo lanzamiento de Elisabetta Franchi.
Asimismo, en las instantáneas también se ve a la modelo luciendo traje de chaqueta y cuerpo repleto de aberturas, piezas bañadas en negro, tonalidad que siempre ha sido una de sus grandes aliadas de estilo. Color ante el que sucumbió, en sus inicios, en formato chaqueta en cuero para salir junto a Johnny Depp –en 1994– y en clave vestido de inspiración griega para la MET Gala de 1997. Matiz que continúa reuniendo, ahora ya en 2025, todas las influencias que definen el inconfundible estilo de Kate Moss.