Tiene la mirada curiosa y viva, y derrocha espontaneidad. Habla con la pasión de quien ha descubierto su propósito vital y vive entregada a él. Actuar la hace muy feliz, aunque tiene guardado en la manga un buen as por si el camino gira inesperadamente en algún momento. Pero, de momento, su romance con el cine no ha hecho más que empezar...
-Álex, ¿en qué momento de tu vida decides que quieres ser actriz?
-La verdad es que todo fue muy natural, y por casualidad. Ya con siete años tuve la oportunidad de participar en mi primer cortometraje, 5 segundos de Jean Françoise.
-¿Te has preparado académicamente o eres autodidacta?
-Me he formado en diferentes escuelas, pero también me gusta mucho aprender por mi cuenta, ya sea con libros, ejercicios o a través de pódcasts.
-Has hecho cine y televisión, ¿qué otro ámbito te gustaría explorar?
-El teatro. Me parece un reto, es algo que me genera mucha curiosidad, siento que la energía que se vive es totalmente diferente.
-Dices que en el género de acción te encuentras muy cómoda, pero ¿en qué otros géneros te sientes fuera de tu zona de confort?
-En la comedia. Creo que hay que ser muy bueno y tener esa magia especial, porque es muy fácil que quede forzado. El límite entre lo bueno y lo malo en la comedia es muy fino.
-¿Tienes alguna película “de culto” que te hubiera gustado protagonizar?
-Volver, de Pedro Almodóvar.
-¿De qué personaje te ha costado más desprenderte al terminar un rodaje?
-De Laia, mi personaje en la telenovela peruana Al fondo hay sitio. Tuve la oportunidad de grabar más de 120 capítulos y, al ser una serie diaria, pasé mucho tiempo interpretándola.
-Has cambiado de look varias veces por exigencias del guión, ¿cómo os ayuda a los actores el vestuario y maquillaje a crear un personaje?
-Una de las cosas que más me ayuda, e incluso más me gusta, de un personaje es su apariencia física. Cuanto más especial sea, más me ayuda a meterme en el papel. Al ir quitándote rasgos tuyos y adoptando otros del personaje, te transformas, y te acercas a él.
-Fuera del set, ¿cómo definirías tu estilo?
-Vintage, cómodo y extravagante. Los años ochenta son mi inspiración.
-Te gusta la soledad elegida, pero eres muy activa en redes sociales. ¿Qué te aporta esta forma de comunicación virtual?
-Las redes sociales me han permitido cumplir mi sueño de ser actriz. El director de Culpables me descubrió a través de ellas. Estoy muy agradecida porque es una herramienta que me permite conectar con personas de todo el mundo.
-Tus vídeos se hacen virales muy rápidamente, ¿qué quieres reflejar en ellos?
-Quiero divertirme y también conectar con la gente a través de mi interpretación.
-¿Cuál crees que es la clave de tu éxito?
-Confianza, felicidad y pasión. Para mí, el éxito es conocerme a mí misma, ser yo sin miedo y darlo todo con pasión y transmitir felicidad natural.
-¿Alguna vez te has sentido muy expuesta?
-Son gajes del oficio. En Perú, sí noté esa pérdida de privacidad y aprendes a ser más consciente de tus actos. Lo intento llevar con responsabilidad emocional y siempre busco el lado positivo.
-Te defines como impaciente, ¿no es difícil gestionarlo en tu profesión?
-La frustración y la paciencia son mis debilidades. Trabajo en ello para llevarlo mejor. La inestabilidad laboral también me da mucho respeto, pero he aprendido a gestionar mejor mi economía.
-Si no te hubieras dedicado a la interpretación, ¿cuál sería tu plan B?
-Estuve trabajando cuatro años en un geriátrico, mientras estudiaba en la universidad. La verdad es que esa experiencia despertó una pasión que tenía escondida: las personas mayores. Trabajar en ese sector sería algo que me encantaría hacer también.
-Ya has tenido la experiencia de rodar fuera de España, ¿si Hollywood te dice “ven”, lo dejas todo?
-La verdad es que Hollywood me atrae. Pero todo tiene sus fases y momentos. Ahora, me gustaría asentarme unos años aquí y, después, probar en otros países.
-¿Qué proyectos tienes entre manos que nos puedas contar?
-Para el año que viene tengo dos películas: una en Bolivia y otra en Madrid. Ambas son muy especiales para mí, por el momento vital en el que me encuentro.
-Posas en este reportaje con la nueva colección de Louis Vuitton x Murakami, ¿qué te ha parecido?
-Admiro muchísimo a la firma y me ha hecho mucha ilusión que hayan contado conmigo. La colección me ha parecido muy vintage. Los bolsos me inspiran seguridad y juventud. Combinan con todo, son muy ponibles, pero, a la vez, especiales.
-¿Qué crees que hace tan especiales los diseños de la maison francesa?
-La calidad y la originalidad. Es una marca muy querida por muchas generaciones y eso crea lazos emocionales con sus seguidores.