Es una mujer polifacética, de las que disfruta dando rienda suelta a la creatividad. Y, aunque le apasiona la moda y ha trabajado en el sector, eligió diseñar mobiliario como profesión. Inés Ybarra, además de inspirar a diseñadores y mujeres de a pie, camina firme hacia el éxito de su firma de interiorismo, donde el ‘menos es más’ es la clave de todo.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
-Inés, eres fotógrafa, directora de arte, diseñadora… ¿con qué faceta te identificas más?
-Como directora de arte. Lo que más me gusta es desarrollar ideas. Para mí, la manera de hacerlo es secundario, si no sé como realizarlo, busco y pregunto hasta encontrar la forma de poder hacerlo realidad.
-Fundaste tu firma de decoración en 2022. ¿Qué te llevó a lanzarte al mundo del interiorismo, y no al de la moda?
-Me saturaba la idea de hacer tantas colecciones como requiere el sector fashion. Por eso, me decanté por el mobiliario, donde el diseño no se ‘menosprecia’ tanto con las tendencias, y se pone en valor.
-Háblanos un poco de tus mesas y alfombras artesanales.
-Las mesas están inspiradas en un arquitecto japonés, llamado Kenzo Tange, específicamente en la vista cenital del estadio de Yoyogui diseñado por él. Las alfombras están inspiradas en el famoso cuadro Black Square de Malevich.
-Decoración y moda están íntimamente ligadas. En tu caso, ¿influyen las tendencias en tus creaciones?
-Inconscientemente las tendencias nos afectan. Por eso, al diseñar intento no mirar tanto las RRSS. Ya que estamos todos mirando las mismas referencias. Si ves una imagen muchas veces, por mucho que te mantengas al margen, al final la interiorizas.
-El trabajo artesanal, del que eres defensora, está al alza. ¿A qué crees que es debido?
-Hay tanta sobreproducción de todo, que cada vez valoramos más las cosas artesanales, de calidad, y menos la tendencia.
-Ahora que también triunfa la IA y que la tecnología avanza a pasos agigantados, ¿crees que también hay futuro para esa artesanía?
-Sí, claro. Para muebles, llevamos años cortando con máquinas numéricas, pero hay piezas artesanales que una máquina numérica no sabe hacer. Considero que el fallo y la corrección humanos son bonitos también. Lo mismo con la sastrería; te puedes hacer un traje a máquina, pero uno hecho a mano sigue teniendo mucho más valor.
-Hablemos de moda. ¿Qué es lo que más te apasiona de este mundo?
-La creatividad. Hay tanta competencia, que la superación y la transformación son constantes. A veces, puede abrumar.
-¿Qué es para ti el estilo?
-Conocerse a uno mismo y saber potenciar, de manera natural, los puntos fuertes de cada cual.
-¿Cómo se triunfa desde la discreción?
-Creo que el trabajo del diseñador es escuchar e intentar vivir al margen del ‘ego’. Me gusta ir al detalle en mis diseños. Suelo empezar con mucho, y termino dejando solo lo que realmente considero que suma, que suele ser poco.
-Tus looks son una inspiración para muchas mujeres. ¿Te halaga o te resulta indiferente?
-No pienso mucho en ropa, ni siquiera para ir a una boda; me gusta ir cómoda, y tomo la decisión de qué ponerme esa misma mañana, o justo antes del evento.
-¿Te alineas entonces con la moda slow?
-Justo por mi alineación a esta tendencia es por lo que nunca creé mi marca de moda. Hay que valorar el diseño y las cosas bien hechas, y hacer menos colecciones.
-En breve lanzarás una línea de zapatos. ¿Cómo será esa primera colección?
-Tacones cómodos y altos, con los que bailar toda la noche.
-Otra de tus grandes pasiones es viajar. ¿Dónde crees que se vive con más pasión la moda?
-Sin duda, en París.
-¿Qué le pides a 2025?
-Que me permita recoger frutos de lo sembrado, y salud para mis seres queridos y para mí.