Recuerdo, en una de las visitas que mi abuela nos hacía desde Beirut, que llegó a nuestra casa de París vestida con unos pantalones acampanados de color gris. El hecho de que mi abuela llevara pantalones era muy avanzado para la época -e, incluso, no estaba muy bien visto-, pero a ella no le podía importar menos y a mí esa actitud me fascinaba”.
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Este es uno de los primeros recuerdos sobre moda que tiene nuestra protagonista, que siempre sintió una gran pasión por este mundo. Parecía escrito en las estrellas que acabaría formando parte de él. Y así fue. Ella misma nos lo cuenta.
-Naciste en Beirut, creciste en París y ahora vives en Londres, ¿de qué manera te han influido estas tres ciudades y sus culturas?
-Estoy infinitamente agradecida por el hecho de que estos tres maravillosos lugares formen parte de mi ADN. Beirut es mi alma y representa mis valores fundamentales: soy libanesa por encima de todo. París es la ciudad en la que crecí y en la que descubrí la moda, el estilo y la elegancia. Allí me enamoré de este mundo chic de belleza y femineidad. Hay algo en el estilo francés que no encuentras en ningún otro lugar, y eso sentó las bases del mío. Y Londres es donde la diversión comenzó. Es la ciudad en la que estudié Diseño de Moda y Marketing y la que convertí en mi hogar. Me ha enseñado que las reglas están para romperlas y que el estilo es una forma de autoexpresión. Me ha dado la libertad de diseñar de la forma que quiero y de crear la firma de mis sueños.
-Tras vivir en París y Londres, ¿dirías que tu estilo es más francés o más british?
-Un mix de ambos... y mucho más.
-Tu madre es tu gran musa, ¿cuál es el mejor consejo de moda que te ha dado?
-Lo es, y no solo porque es la mujer más elegante que conozco, sino también porque sigue los consejos que me ha dado. Mi madre me ha enseñado la importancia de las proporciones y de crear looks equilibrados, así como a priorizar aquello que me favorece por encima de las tendencias.
-¿Siempre la tienes en mente cuando diseñas para tu firma?
-Siempre. Sin embargo, en esta nueva etapa, pienso en aquello que ella llevaría si tuviese mi edad. Me encanta conversar con ella sobre esto. Me inspira mucho.
-¿También te inspiras en tus viajes?
-Me encanta viajar y todo lugar al que voy es una inspiración, desde la cultura a los colores. También me inspira el arte de hacer la maleta cuando viajas.
-Lanzaste tu firma de moda, Racil, en 2015, ¿por qué decidiste emprender?
-Ha sido mi sueño desde que tenía 10 años, cuando mi madre me llevó a un desfile de moda... Era solo cuestión de tiempo.
-¿Qué es lo más satisfactorio de emprender? ¿Y lo más duro?
-Emprender es algo para lo que nadie puede prepararte y de lo que no te enseñan cuando estudias. Es, a la vez, lo más maravilloso y lo más duro del mundo. Tener el control de tu propio destino es la mejor parte. La peor: que estás constantemente apagando fuegos, reajustando planes e intentando averiguar qué camino seguir.
-¿Cómo describirías tu estilo personal?
-Soy como un camaleón en este aspecto. Me encanta y disfruto llevando diferentes looks y estilos. Diría que es aventurero, elegante, pero también cool, divertido y una especie de “maximalista minimalista”.
-Además de la moda, ¿qué otras pasiones e inquietudes tienes?
-Siento una gran pasión por el café, y actualmente estoy haciendo un curso sobre él (es mi lado friki). Soy muy curiosa y, por tanto, una gran viajera. También me gustan la joyería y los coches vintage.