Se marcharon a vivir a Sudáfrica con solo tres años tras el divorcio de su madre y el conde Spencer, hermano de Lady Di, pero hace tres regresaron juntas a Londres para iniciar una nueva etapa. Y es que Amelia y Eliza Spencer comparten un estrecho vínculo que les ha hecho inseparables. Ambas enfocaron su profesión a la moda y en la actualidad son una de las influencers más solicitadas de la escena británica. Por eso no fue extraño que anoche apareciesen en la alfombra roja de los Fashion Awards 2024.
Conocidos como los 'Oscar de la moda', el lunes tenía lugar este prestigioso evento en el Royal Albert Hall reuniendo a celebrities como Rihanna, Nicola Coughlan o Rita Ora. Las invitadas nos dejaron un despliegue de looks en los que no faltó el color, los volúmenes exagerados o el brillo. Sin embargo, las hermanas Spencer prefirieron recurrir a un básico atemporal que jamás falla, confiando en la elegancia de un vestido negro con una silueta muy familiar.
La etiqueta demandaba acudir de gala, por eso las gemelas se decantaron por diseños largos, ambos en el tono más oscuro de la paleta. Amelia se decantaba por un diseño de silueta columna entallado en la cintura, con un pronunciado escote en 'V' y tirantes que dejaban los hombros al descubierto. Una creación de la firma neoyorquina Pamella Rolland con detalle de lentejuelas, que acompañaba con joyas de Sartoro Genève.
Eliza optaba por un vestido muy similar, aunque en su caso se trataba de una pieza del diseñador indio Garauv Grupta con escote Bardot, que cubría parte de sus brazos y contaba en el pecho con detalles drapeados. Por la misma marca sueca de joyería apostaba la británica, luciendo creaciones de diamantes blancos. Una vez más, las dos optaban por coordinar sus estilismos, aunque en esta ocasión han querido ir más allá haciendo también un guiño a su tía.
Y es que sus elecciones recuerdan inevitablemente a uno de los looks más icónicos de Lady Di: hace 30 años era la princesa quien revolucionaba Londres al aparecer enfundada en un vestido negro de escote similar al de las gemelas, que pasó a la historia como 'el vestido de la venganza'. Un little black dress de la modista griega Christina Stambolian, que llevaba tiempo guardando en su armario y hasta esa fecha no se había animado a usar por temor a romper el protocolo.
Por aquel entonces ya habían pasado dos años desde que Diana y el príncipe Carlos habían anunciado su separación, pero fue precisamente en 1994 cuando este confesó su infidelidad durante una entrevista para la televisión británica. Este look fue considerado un gesto de empoderamiento por parte de Lady Di, apareciendo espectacular sin importarle demasiado el protocolo. De ahí que fuese bautizado como 'el vestido de la venganza', un básico que logró transformar en una prenda cargada de significado y que tres décadas después sigue influyendo en los armarios de todo el mundo.