Taylor Swift conquistó ayer la Gran Manzana y lo hizo después de catapultarse como una de las voces femeninas más nominadas de los Grammy. Hace apenas unas horas, la Academia de la Grabación de Estados Unidos anunció la lista definitiva de los posibles galardonados de la 67ª edición de los Premios, que se celebrará en el Crypto.com Arena de Los Ángeles el próximo 2 de febrero. Swift podría llegar a hacerse con seis gramófonos por su impecable trabajo con The Tortured Poets Department, pero para ello habrá que esperar. De momento, podemos seguir deleitándonos con el estilismo con el que triunfó anoche la artista.
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Porque sí, como ha demostrado en innumerables ocasiones, también es experta en cautivarnos con sus elecciones de indumentaria. La cantante se dejó ver junto a dos amigos, la intérprete Zoë Kravitz y el comediante Jerrod Carmichael, en el distrito Meatpacking. El trío estuvo en el restaurante Chez Margaux, el club de cenas privado que atrae a los rostros más conocidos. Para la ocasión, escogió un conjunto a la altura de la celebración por el nuevo hito que suma a su extensa trayectoria. Hablamos de un vestido de lo más llamativo.
Un diseño, bajo la firma de Vivienne Westwood, algo distinto a lo que nos tiene acostumbradas. Lució espectacular con una creación constituida por corsé de escote Bardot tricolor –en azul, amarillo y rojo– y maxifalda a la altura de las rodillas con estampado de rayas. Se trata de una interpretación arty del modelo Sunday, que apareció, por primera vez, en la colección Primavera/verano 1997 Vive La Bagatelle de la compañía. La silueta esculpida con la que cuenta está inspirada en las mujeres de la Alta Sociedad de la cultura de salón del siglo XVIII.
Un lanzamiento que, sin duda alguna, acogerán las chicas que no busquen pasar desapercibidas en cualquiera de sus planes, ya sean diurnos o nocturnos. La natural de Pensilvania culminó su propuesta con las sandalias Aquazzura Twist 95 en terciopelo burdeos, calzado que añadirá altas dosis de elegancia a nuestros looks más especiales de otoño e invierno. Asimismo, sumó una impresionante gargantilla y el bolso de mano Granny Frame, también de la casa británica. En términos beauty, Taylor Swift causó sensación al llevar sus rizos naturales recogidos en un moño desenfadado, con mechones sueltos enmarcando el rostro.