Chiara Ferragni y Alice Campello son dos de las influencers italianas más internacionales, empresarias de éxito y amigas desde hace mucho tiempo. Por eso es habitual verlas juntas en infinidad de eventos relacionados con el mundo de la moda y la belleza; también paseando, compartiendo confidencias y apoyándose la una en la otra en los momentos más complicados. Pero son las imágenes en las que posan con las últimas tendencias las que más se viralizan, y lo que más nos ha llamado la atención de su último look es cómo ambas han utilizado un cinturón, de forma muy distinta, pero con un mismo fin: estilizar su silueta.
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Las dos superan el 1,70 metros de estatura (Alice mide 1,75 m y Chiara 1,77 m), pero el efecto piernas infinitas es algo que casi todas queremos conseguir. Las expertas en moda saben que llevar prendas de tiro alto, marcar la cintura o elegir diseños de largo mini no suelen fallar, pero si además se combinan varios de estos trucos los resultados pueden potenciarse todavía más.
Un ejemplo muy claro lo encontramos en Chiara. La empresaria se ha decantado por mezclar dos prendas bastante básicas —un jersey beis de ochos y una chaqueta de ante marrón— con unos microshorts de cuadros. A la vista quedan sus piernas, tapadas por unas medias semitupidas y botas de caña alta. La italiana añade un cinturón que, pese a quedar prácticamente a la altura de la cadera porque los pantalones eran de talle bastante bajo, ayuda a crear ese efecto estilizante ya que marca un corte en la silueta.
Alice, por su parte, ha optado por un minivestido gris, con escote especial y bolsillos que ha combinado con un abrigo largo negro y botas altas a tono. El cinturón, ancho y tipo corsé, estaba colocado en la zona de la cintura, para ceñir una prenda bastante suelta y potenciar de ese modo no solo sus curvas, también sus piernas.
La nueva vida del cinturón
Aunque incluir un cinturón en un look no es algo revolucionario, estamos experimentando un revivir de este accesorio. Hace tiempo que este artículo abandonó su función meramente práctica para convertirse en un símbolo de estatus y en un complemento con mayúsculas, ya que se reinventa, se cuela en los desfiles de Alta Costura y aparece colocado en los lugares más insospechados, como los escotes.
Ayuda a estilizar la silueta, claro, pero también funciona como una joya o un bolso, culminando un estilismo y dándole ese toque que lo redondea todo. Además, en muchos casos, es un símbolo de estatus. Un buen número de firmas de lujo incluyen en sus colecciones estas piezas, mucho más asequibles que el resto de sus propuestas, pero igualmente reconocibles por los logos que casi siempre se trasforman en hebilla. Una manera de acercarse a los amantes de la moda con presupuestos más ajustados.