El sábado la ciudad de Los Ángeles reunía a un gran número de figuras destacadas de la industria del arte, el cine y la moda en la gala LACMA Art + Film, la decimotercera edición de este evento benéfico cuya alfombra roja ha vuelto a destacar un año más. Por el Museo de Arte del condado californiano desfilaron varias celebrities enfundadas en diseños de gala que no pasaron desapercibidos. Fue el caso del vestido que lució Kim Kardashian, apostando por el blanco con una atrevida pieza personalizada.
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La fundadora de Skims confió como muchos otros asistentes en Gucci, firma que patrocinaba la velada, estrenando una creación customizada para ella. Un vestido largo de silueta columna y ajustado al cuerpo, que contaba con un body de tirantes y un profundo escote en forma de 'V' hasta casi el ombligo.
Lo acompañó con un grueso abrigo de paño en el mismo tono, que llevaba sobre los brazos haciendo de cola y que combinaba con unas altas sandalias de tacón dorado. Pero en esta ocasión no fue exactamente la ropa lo que logró desatar el interés principal de su estilismo, sino la vistosa joya con la que la empresaria lo acompañaba. Un collar que lucía en público por primera vez y que antes tan solo había llevado una mujer: Diana de Gales.
La historia de la icónica cruz 'Attallah'
Aunque ahora pertenece a Kim Kardashian, este colgante en forma de cruz elaborado con amatistas y diamantes, formaba parte del joyero de Lady Di. Fue creado en la década de 1920 por la prestigiosa firma Garrard, la primera joyería oficial de la Corona británica y artífices de piezas para los miembros de sus familias. Bautizada como cruz Attallah, en realidad pertenecía al empresario británico Naim Attallah, con quien la princesa de Gales mantenía muy buena relación y a quien le pidió prestada esta joya en diversas ocasiones para lucirla en eventos.
Quizá el más recordado sea la gala benéfica en apoyo a la ONG Birthright a la que Diana acudió en 1987, adornando un vestido largo de terciopelo de Catherine Walker con esta maxijoya en forma de cruz. Fue uno de los primeros looks con los que la por entonces esposa del actual rey Carlos III comenzaba a desmarcarse de la moda que le imponían, para expresar su gusto con elecciones diferentes a las que había llevado hasta entonces. Y es que nunca antes había apostado por una joya tan vistosa como esta.
Destaca su diseño floral con amatistas cuadradas y diamantes circulares: la cruz tiene un peso total de 5,25 quilates y mide aproximadamente 136 x 92 milímetros. Datos que conocimos el pasado año gracias a la información que proporcionó la casa de subastas Sotheby's, que en enero de 2023 ofrecía la posibilidad de adquirirlo. "En cierta medida, este inusual colgante simboliza la creciente confianza de la princesa en sus elecciones de ropa y joyas en este momento concreto de su vida", explicaron cuando anunciaron que ésta sería una de las piezas de su venta anual Royal and Noble, con objetos de procedencia aristocrática.
Tras la muerte de Diana de Gales se había perdido la pista de la cruz Attallah hasta que apareció en esta subasta y Kim Kardashian la adquirió: su precio de salida estaba entre los 95.000 y 143.000 euros, y finalmente la estrella del reality televisivo la compró por 195.000 euros. Durante estos meses ha permanecido guardada, pero el sábado quiso estrenarla por primera vez en la gala LACMA Art + Film, logrando sin duda la repercusión mediática a la que está tan acostumbrada.
Y no fue el único guiño que Kim quiso hacer a la princesa, pues decidió llevar esta cruz precisamente con una gargantillas que recuerda mucho a otra de las joyas favoritas de Diana. Hablamos de esta gargantilla inspirada en el choker de 11 vueltas con 900 perlas nacaradas que solía lucir en estrenos de teatro y cine.