Anaïs en Madrid. Son inevitables las ganas de titular así este reportaje, y las razones son muchas. En primero lugar por el vínculo que nuestra protagonista tiene con la serie de Lilly Collins -ha actuado en sus cuatro temporadas-. También porque esta franco-argentina que ahora vive entre la capital española y París es tan dulce, sonriente y educada como Emily Cooper... Y, sobre todo, porque tiene una historia de amor digna de Netflix.
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Sin embargo, al contrario que la publicista estadounidense -que jamás había salido de su país natal antes de instalarse en la Ciudad de la luz-, Anaïs Weill (París, 1993) ha recorrido medio mundo: "Nací en París. A los 12 años, me mudé a Buenos Aires, y a los 19, volví a París. Después me fui a Londres, Estados Unidos...". Una auténtica Willy Fog que hace dos años se mudó a Madrid en busca de "calor humano" y, si bien viaja habitualmente a París para rodar, dice que aquí vive feliz. Así nos lo cuenta en uno de sus lugares favoritos, la tienda de decoración G69 (calle Barquillo 11), donde charlamos con Anaïs sobre su carrera, su trabajo en Emily in Paris y su vida entre dos ciudades.
Del baile al cine
Lo suyo con la intepretación comenzó de muy niña, cuando todavía vivía en París. "Cuando tenía siete años, mi abuela me llevó al teatro a ver a Madame Doubtfire. Yo le decía cada rato: "¿Cuándo termina?". Y ella me preguntaba: "¿Por qué? ¿Ya te quieres ir?". "No, es que no quiero que nunca acabe, quiero que esto sea para siempre", le respondía yo". Había una de las niñas actrices que tenía también siete años, y la veía y pensaba, "quiero ser ella"", comienza a explicarnos Anaïs, desde el principio de la historia, el por qué de su profesión.
Sin embargo, de aquel musical, en realidad fue el baile lo que la enamoró... hasta que su madre la convenció para probar la actuación musical: "Me apuntó a una escuela donde enseñaban teatro, baile y canto. Y ahí empecé a actuar, ahí empezó la aventura". Una aventura que la ha llevado a trabajar en Inglaterra (en la película Cannes Confidential), en España (por ejemplo, participa en la serie Perverso con Kira Miró y Esmeralda Pimentel) o en Francia, donde ha tenido la oportunidad de participar en la exitosa serie Emily in Paris. ¿Cómo surgió?
"Buscaban una actriz que hablara español para la primera temporada, y aunque ese papel al final no salió, la directora me llamó para otro más chiquito: literalmente era solo decirle a Lili Collins: "Hola, ¿te gusta París?". Pero en el rodaje el director me pidió que improvisará, e hice toda una escenita en francés. En la temporada dos, buscaban a la mejor amiga de Camille y me llamaron para pasar otro casting. Y así nació el personaje de Elisa", recuerda Anaïs, que da vida a una de las chicas más cercanas al personaje interpretado por la guapísima Camille Razat. Sobre la producción, ella destaca la inmensidad y la eficiencia de todo el equipo.. y también lo impresionantes que son los fittings para cada capítulo.
"Llamamos al vestuario la "Cueva de Alibabá", cuando entras no sabes dónde mirar: brilla por todas partes, carteras, zapatos, joyas...". Anaïs, que estudió Fashion business en la famosa escuela de moda Instituto Marangoni, disfruta al máximo este proceso de probarse looks hasta dar con el perfecto para cada secuencia; un trabajo que podía requerir días, incluso semanas en el caso del personaje de Emily.
Sus amigos de 'Emily in Paris'
Acerca de su compañera más conocida, Lily Collins, Anaïs recalca que es muy profesional ("la gente no se da cuenta, pero son horas y horas de rodaje", enfatiza) y también su buen carácter: "es un amor de persona, muy tranquila". Según nos cuenta, todo el elenco principal ha congeniado en la vida real tanto como transmiten desde la pantalla. Cada vez que se ven, "es como encontrarse con unos amigos cada verano", nos cuenta. "Me alegro un montón de ver todos los proyectos que les va saliendo a cada uno y cuando estamos en París, vienen a mi casa y mi novio les cocina milanesa a todos".
Un pie en París, otro en Madrid
Anaïs sigue viajanado a menudo al país vecino por trabajo y para visitar a su familia, pero lo cierto es que ha encontrado en Madrid su sede fija perfecta. Antes de mudarse, explica, solo había estado un par de veces de visita en la capital, "un total de cuatro días". No conocía mucho la ciudad, pero sí sabía algo que a menudo se dice de los madrileños: que son muy acogedores. "Había escuchado sobre la calidez, su lado humano; eso de que los españoles son gente buena... y la realidad es que sigo acá porque es así", afirma. También confirma entre risas que "es cierto que en verano hace mucho, mucho calor", aunque lo bueno de Madrid es que, al contrario que la inmensa París, te permite ir caminando de un lugar a otro porque las distancias son relativamente pequeñas.
"Amo pasear por Madrid. Descubrí este año toda la parte del Matadero, de Madrid Río, y me encanta". Igualmente nos habla del parque del Retino, del barrio de Salamanca, donde suele visitar la galería de arte Colección SOLO, o de la calle Barquillo, en Chueca, donde, en este reportaje, nos descubre tres de sus tiendas favoritas: la exclusiva joyería Coolook, la famosa tienda de libros Taschen, y el espacio de decoración y muebles G69.
Pero no hay ruta de Madrid completa sin terminar "tomando algo", y por eso nuestro recorrido finaliza en Masa, un local recién inaugurado en el número 22 de la calle Trafalgar, cerca de la plaza de Olavide, especializado en vinos únicos. Con una copa de tinto en la mano, Anaïs nos cuenta que ella adora la gastronomía española y tiene una lista de "más de 250 restaurantes recomendados por madrileños a los que me han dicho que tengo que ir sí o sí". Salir a comer es uno de sus planes favoritos, especialmente con su novio. "Somos muy foodies", dice. Y aprovechamos esta mención a su chico, Lucas, para preguntarle acerca de su (romántica) historia de amor.
Una historia de amor digna de una serie
"Nos conocimos a los 14 años en Buenos Aires, en el Liceo Francés, y a los 18 empezamos a salir juntos. Era un amor pasional, no nos queríamos separar jamás. Pero al terminar el Liceo, yo me iba a estudiar a Francia y él se quedaba en Argentina. Así que, bien maduros, dijimos: "somos jóvenes, vos hace tu vida, yo hago la mía y veremos después". Pénsabamos que serían cuatro o cinco años separados, pero fueron siete. Hasta que un día Lucas dijo: "basta, voy a París a ver si esto funciona o no, pero me tengo que sacar la duda".
Y funcionó: este año han celebrado seis juntos, Lucas se ha mudado de París a Madrid con ella y Anaïs solo tiene palabras bonitas hacia él: "Siempre digo que si hay una fábrica de hombres en el mundo, la fábrica hizo el hombre perfecto para mí. Es una historia de amor increíble que, siempre lo digo, no puedo creer que sea la mía". Juntos se plantean la posibilidad de, en un futuro, mudarse a Nueva York, aunque ahora mismo disfrutan de "este equilibrio entre España y Francia". "Podemos viajar y, hoy en día, las producciones están en cualquier parte del mundo. Y tengo suerte de tener a Lucas a mi lado, que es un aventurero que dice "a donde vayas, voy con vos"".
Estilismo: Pilar Lara. Asistente de estilismo: Carlota Martínez Argüelles. Peluquería y maquillaje: Gabriel Llano. Fotografía: Inmaculada Mariscal. Vídeo: Duncan Paez. Agradecimientos a: Coolook, Taschen, G69 y Masa.